Han pasado algunos años desde que Francia dejó de cerrar más fábricas de las que abrió. Pero por primera vez el gobierno publica oficialmente un barómetro industrial elaborado por los servicios estatales. Y esto, hecho público este miércoles, demuestra que, el año pasado, 201 sitios fueron creados o se beneficiaron de una extensión neta, es decir, marcando la diferencia entre aperturas y cierres. El año anterior, el saldo ya era positivo, de 176. Por tanto, se produjo un aumento del 14% en las aperturas netas entre 2022 y 2023.
Cuando sólo nos fijamos en las puras creaciones de nuevas fábricas, el movimiento es positivo. Fueron 49, en neto, en 2022. Y 57 el año pasado. Las fábricas gigantes que fabrican baterías y componentes de baterías, o aquellas relacionadas con el hidrógeno, son parte de esto. Además, «el número de ampliaciones (144, ndr) es interesante porque demuestra que Francia tiene una base industrial ya presente y que también es dinámica», analiza en el despacho de Roland Lescure, ministro delegado encargado de Industria.
A nivel sectorial, es un sector tradicional, la industria agroalimentaria, el que muestra un mayor dinamismo, con 47 aperturas o ampliaciones en 2023. Le sigue la industria del reciclaje verde, que corresponde más a un sector de nueva actividad. , luego salud. Por el contrario, la industria del plástico y las industrias extractivas están en cero emisiones netas, y el sector del papel y el cartón perdió un sitio durante el año.
El tamaño de los sitios, las inversiones realizadas para abrirlos y el impacto en términos de creación de empleo no aparecen en este barómetro. El lunes 26 de marzo, en la inauguración del salón “Global Industrie”, que se celebra del 26 al 28 de marzo en Villepinte, región parisina, Roland Lescure precisó que la industria es un creador neto de empleo desde 2017. citó la cifra de 130.000 creaciones netas.
Este dinamismo puede explicarse por un cierto número de reformas emprendidas para mejorar la competitividad de la industria. Pero también por la importancia del apoyo financiero público, en particular a través de los planes France Relance y France 2030. Sin embargo, los industriales están hoy preocupados por la sostenibilidad de este apoyo, en un momento en el que el gobierno intenta restablecer las finanzas públicas.