Energía eólica el miércoles, energía nuclear el jueves. Después de iniciar la semana con el tema Elige Francia y las inversiones extranjeras en Francia, el Presidente de la República continúa con el de la energía, en un contexto de elecciones europeas. El acceso a una electricidad abundante y barata sigue siendo uno de los principales activos para garantizar la competitividad económica y el atractivo de Francia. Y un argumento político de peso, elaborado durante varias semanas durante los viajes y las intervenciones de los distintos miembros del gobierno interesados ​​en el tema.

Emmanuel Macron sentó las bases para reforzar el suministro eléctrico en Francia. Se basa en dos ejes, presentados en el discurso de Belfort de febrero de 2022: el desarrollo de las energías renovables y el de la energía nuclear. La inauguración del parque eólico de Fécamp (Sena Marítimo) este miércoles 15 de mayo está totalmente en esta línea. Primer parque de Normandía, cuarto de Francia, es simbólico en más de un sentido: 71 aerogeneradores se alzan en el horizonte, entre 13 y 24 km de la costa, en una superficie de 60 km2. No todas son visibles desde la playa de guijarros de Fécamp, gemela de Etretat, menos la famosa aguja.

Sin embargo, en el lado de las energías renovables, la observación es clara. Francia está por detrás de sus vecinos europeos y de sus propios compromisos. Las capacidades instaladas actuales son inferiores a 1 gigavatio. ¡El país tiene como objetivo 4 GW en 2030, 18 en 2035 y 45 GW en 2050! Baste decir que tendremos que trabajar más duro para lograrlo y acelerar los procedimientos. “El desarrollo de la energía eólica marina es una palanca esencial para la descarbonización, la soberanía energética y la competitividad”, insiste Christine Goubet-Milhaud, presidenta de la Unión Eléctrica Francesa.

Después de los anuncios hechos la semana pasada en Saint-Nazaire por los ministros de Economía e Industria, Bruno Le Maire y Roland Lescure, el Presidente de la República debería aclarar la cuestión. Finalmente se podría revelar el ganador de la licitación número 5. El procedimiento tuvo algunas complicaciones. El primer ganador no presentó a tiempo las garantías financieras requeridas, una forma de descartar un precio de “dos dígitos” por megavatio hora (MWh), como explicó Bruno Le Maire. Sin embargo, con el aumento de los costes de construcción, la ecuación económica se ha vuelto más complicada. Queda por ver si el segundo cumplirá los plazos tan queridos por el Ministro de Economía. Un desafío en este ámbito.

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Los orígenes del parque Fécampois se remontan a 2007, con el inicio de consultas a los agentes locales y al público en general. La licitación fue lanzada por el Estado en 2011 y fue ganada un año después por EDF Renewables, con las chinas Dong Energy y Alstom como proveedores exclusivos de los aerogeneradores. Desde los debates públicos hasta las consultas, todavía tenemos que esperar cuatro años para que comiencen los primeros trabajos. Los cimientos de los aerogeneradores, llamados cimientos de gravedad, se prefabrican no muy lejos, en el puerto de Le Havre, al igual que los propios aerogeneradores. Las palas, góndolas y generadores de los aerogeneradores proceden de la fábrica de Siemens Gamesa Renewable Energy. Un sector industrial cuyo futuro depende directamente de las ambiciones francesas en este ámbito y de la capacidad del país para cumplirlas.

El jueves, el Presidente de la República se desplazará a Flamanville, donde se realizan las operaciones de carga de combustible del EPR desde el miércoles 7 de mayo a las 14 horas. Deberían durar varias semanas. Pero más allá del aspecto técnico, lo importante es ver este reactor nuclear listo para entrar en producción. Ha pasado más de un cuarto de siglo desde que ocurrió un hecho así en Francia. Y sin duda habrá que esperar una docena de años más antes de que el primer EPR 2, deseado por Emmanuel Macron, inyecte a su vez sus primeros electrones en la red.

Lo principal se refiere al relanzamiento del sector nuclear, que tiene muchos puntos en común con el despliegue de las energías renovables. La formación debe adaptarse a los sectores que se espera generen una importante creación de empleo en los años y décadas venideros. De lo contrario, podría haber una falta de recursos para satisfacer las necesidades emergentes.