¿Qué mejor manera de crear conciencia sobre la incivilidad en el transporte que enumerarlas y cuantificarlas? Si bien una gran proporción de viajeros se enfrenta a ellos cada día, una encuesta de OpinionWay para Transilien SNCF los destaca este lunes. Primer punto: 8 de cada 10 habitantes de Isla de Francia se sienten molestos por esta mala educación, una tasa que aumenta al 85% entre los trabajadores, es decir, los que utilizan el transporte en las horas punta. En un efecto espejo inverso, 2 de cada 10 encuestados consideran que nunca se enfrentan a estas descortesías.

Entre las descortesías más comunes se encuentran mantener los auriculares puestos durante los anuncios del conductor (46%), subirse a un tren ya lleno empujando en lugar de entrar en un vagón menos lleno (23%), poner los pies en el asiento (16%) , no ceder su asiento a una persona prioritaria (16%), hablar en voz alta por teléfono (13%). En términos de molestias, es este último aspecto el que más molesta a los residentes de Isla de Francia, con un 35%. Poner los pies en el asiento irrita al 18% de los viajeros, mientras que al 17% de los encuestados le molesta la negativa a ceder su asiento a una persona prioritaria. Ante estos datos, una gran mayoría de los habitantes de Isla de Francia cree que pueden cambiar. El 88% también está dispuesto a dejar de hacer llamadas telefónicas en voz alta.

Para animar a sus pasajeros a adoptar un comportamiento más respetuoso, la compañía ferroviaria lanza una nueva campaña de carteles denominada “Porque estamos todos en el mismo tren”, que pretende “destacar estas pequeñas incivilidades sin juzgarlas, para que todos mejoren su comportamiento en transporte.» Señales para involucrarlos mejor. Con comentarios irónicos como éste: “19.03, Francia se entera de que Séverine ha preparado lasaña para esta noche. Es un susto” o “Lalala, hago como que no vi a la abuelita que quiere sentarse”.