Una letra perdida llena de significado. El miércoles por la noche, un restaurante de comida rápida Chamas Tacos en Valence, en Drôme, fue amenazado con un cierre administrativo. La razón ? Un mal funcionamiento de la señal luminosa exterior. La letra “C” no funcionaba correctamente y la inscripción “Hamas Tacos” brillaba en la noche. Un fracaso que puede generar confusión, en un momento en el que el conflicto palestino-israelí está en pleno apogeo. Alertada, la policía municipal de Valence intervino el miércoles por la noche, pidiendo al gerente del restaurante que apagara completamente el cartel luminoso y amenazándolo con un “cierre administrativo”, según un vídeo publicado en TiktTok y difundido por X. Una intervención confirmada a Le Figaro por el gerente de la franquicia.

Un vídeo publicado esta tarde en la red social Snapchat muestra a un gran número de agentes de policía alrededor del restaurante, situado en el número 20 de la Avenue de Romans, en Valence. “Dos patrullas”, según el responsable de la franquicia. En el vídeo difundido Enlace denegado por los empleados, a quienes la “C” les falla desde hace varios meses. “Si dejas [el cartel luminoso como está] esta tarde, mañana tendrás un cierre administrativo”, responde un policía.

Una versión de la intervención confirmada a Le Figaro por el directivo de la franquicia. “La carta llevaba meses rota, e incluso habíamos hecho un presupuesto para renovar la fachada del establecimiento”, afirma. Según él, la policía habría aclarado que un funcionario municipal electo – y no un simple Valentinois – estaba en el origen de este informe «incomprensible». “Nunca se me ocurrió la correlación. Ni yo ni mis compañeros vimos ningún reclamo en ello”, se ofende, sobre todo porque “Chamas Tacos es hoy una gran franquicia, no un pequeño snack bar de barrio”.

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Según el autor del vídeo, los agentes municipales permanecieron “una hora” en el restaurante, negándose a abandonar el local hasta que se apagara el cartel luminoso. Una operación “casi imposible” para el gerente, que, sin formación como electricista, tuvo que luchar durante largos periodos de tiempo con los dos contadores eléctricos del restaurante para conseguir apagar el escaparate. Contactados, el ayuntamiento de Valence y la policía municipal aún no se han pronunciado sobre la operación.