El director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, admitió el martes un “error” después del incidente en la puerta durante un vuelo de Alaska Airlines, que provocó que decenas de aviones 737 MAX 9 del fabricante estadounidense quedaran en tierra. «Vamos a abordar (esta cuestión) reconociendo primero nuestro error», declaró el directivo durante una reunión en la fábrica del grupo en Renton (estado de Washington), según citas enviadas por un portavoz de Boeing.

Dave Calhoun prometió abordar el tema “de manera transparente, en cada paso del camino”. Dijo que confiaba en la Autoridad Reguladora de Aviación Civil estadounidense (FAA) “para garantizar que todos los aviones autorizados a volar sean seguros y para garantizar que este evento nunca vuelva a suceder”. “Todos los detalles son importantes”, insistió, afirmando haber quedado marcado por las imágenes del vuelo de Alaska Airlines, que tuvo que dar la vuelta el viernes después de que le arrancaran una puerta.

El jefe del fabricante de aviones no especificó a qué se refería con “error”.

El lunes, la compañía United, propietaria de la primera flota de 737 MAX 9 del mundo (79 aviones), indicó que había descubierto «tornillos que necesitaban ser apretados» durante los controles de las puertas de sus 737 MAX 9, que fueron destruidos. Igual que el arrancado el viernes durante el vuelo de Alaska Airlines.