Parece haber luz al final del túnel. «No vemos una recesión», aseguró este jueves el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau. Este último quiere dar tranquilidad y precisa ante el micrófono de Radio Classique un “crecimiento ligeramente positivo” para este cuarto trimestre, “entre el 0,1% y el 0,2%”.

Aunque no descarta una «desaceleración confirmada en todos los sectores», incluidos los servicios o la construcción, «la actividad se ha mantenido más o menos». A esto se suma una «desaceleración del empleo», pero «mucho menor» que durante los anteriores «ciclos de desaceleración de la actividad». «La situación del empleo ha mejorado de manera muy significativa» en las últimas semanas, añade François Villeroy de Galhau.

En cuanto a la inflación, «vamos realmente en la dirección correcta», se entusiasma el gobernador del Banco de Francia. La inflación, que hace un año era del 7%, ahora se sitúa en el 4% en octubre. Es cierto que “habrá volatilidad”, anticipa François Villeroy de Galhau, pero “hay una tendencia a la baja con el tiempo”. Lo mismo ocurre con el petróleo, que “ha tendido a bajar”. “Los franceses lo notarán en el precio en el surtidor”, promete el gobernador.

Recuerda también el compromiso del Banco de Francia de llevar «la inflación hacia el 2% de aquí a 2025». «La enfermedad es la inflación, la cura son los tipos de interés», subraya François Villeroy de Galhau, que reconoce que esta solución «no es agradable, pero sí eficaz». “Nuestros tipos de interés ya no subirán y llegará el día de la bajada cuando todo el mundo esté convencido de que la inflación vuelve a rondar el 2%”, concluye.