La autopista A62 se reabrió el domingo por la tarde, después de que los agricultores levantaran los bloqueos que habían impuesto el 20 de febrero entre Agen y Montauban. El tráfico se restableció primero en dirección Burdeos-Toulouse, antes de restablecerse en dirección Toulouse-Burdeos unas horas más tarde. Los intercambiadores de Valence d’Agen y Castelsarrasin, en Tarn-et-Garonne, reabrieron en plena noche del domingo al lunes. Antes de su reapertura, Vinci Autoroutes había afirmado que debía realizar una “limpieza de los enlaces donde los daños son especialmente importantes”.

En un comunicado de prensa, el responsable de la carretera señaló en particular que “es necesario evacuar importantes volúmenes de residuos y objetos voluminosos de todo tipo (unos 100 m3 de neumáticos, trozos de chatarra, escombros, fardos de paja, purines agrícolas, etc.)”. Autoroutes du Sud de la France (ASF), filial de Vinci, “deplora esta violencia inaceptable y lamenta la obstrucción del tráfico que ha penalizado a miles de usuarios desde hace más de un mes (y) ha presentado una denuncia”, escribe de nuevo Vinci. El 20 de febrero, cuatro días antes de la inauguración de la Feria Agrícola, los agricultores bloquearon el tráfico en la A62 durante unos 70 kilómetros. A finales de enero, la Coordinación Rural de Lot y Garona ya había bloqueado la A62 cerca de Agen durante casi una semana.

Antes de la inauguración del Salón Agrícola, la movilización de los agricultores iniciada en enero ya se había traducido en varios compromisos gubernamentales, que iban desde cientos de millones en ayudas de emergencia hasta la promesa de un shock de simplificación. El Salón, que finalizó el domingo, fue una oportunidad para presentar nuevas promesas. Emmanuel Macron, accediendo a una fuerte petición de la FNSEA, se comprometió en particular a reconocer la agricultura “como un gran interés general de la nación francesa”; respondiendo a la Coordinación Rural mencionó “un plan de flujo de caja de emergencia”; y dirigido a la Confederación Campesina, abrió un debate sobre los “precios mínimos”.