Ya se conoce la fecha. Este martes, un decreto publicado en el Diario Oficial (JO) aclaró a partir de cuándo los propietarios de vehículos de dos o tres ruedas deberán presentarse a inspección técnica. Una aclaración esperada con impaciencia por los conductores de estas máquinas, cuyos representantes siguen oponiéndose a esta medida.
En concreto, la fecha de inspección de los vehículos de categoría L -los de dos o tres ruedas y los cuatriciclos- dependerá de la antigüedad del vehículo. Los primeros en tener que realizarlo son los matriculados antes de 2017: luego deberán realizarlo en 2024. “Para los vehículos puestos en circulación antes del 1 de enero de 2017 y cuya fecha aniversario de primera puesta en circulación sea antes del 15 de abril, este control deberá realizarse, a más tardar, en el plazo de cuatro meses a partir del 15 de abril de 2024”, añade el decreto. Luego, los vehículos matriculados entre 2017 y finales de 2019 tendrán que hacerlo en 2025, y los matriculados entre 2020 y finales de 2021 tendrán que hacerlo en 2026. Para los matriculados posteriormente, entre 2022 y la entrada en vigor del Según estas disposiciones, el 15 de abril de 2024, la inspección técnica deberá realizarse “dentro de los seis meses anteriores al vencimiento de un plazo de cuatro años a partir de la fecha de su primera entrada en circulación”, según lo previsto en el Código de Circulación.
El pasado mes de junio, el ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció una fecha ligeramente anterior para esta obligación, citando el período “entre el 15 de enero y el 15 de marzo” de 2024. El control también debería costar “unos 50 euros”, predijo el miembro del gobierno. , quien agregó que “la entrada en vigor de esta medida será escalonada hasta el 1 de enero de 2027 para evitar un cuello de botella en los centros técnicos”.
Francia tardó casi una década en cumplir una directiva europea de 2014. Los sucesivos gobiernos habían dado marcha atrás varias veces en esta explosiva cuestión, que despertó una vigorosa oposición de numerosas organizaciones de usuarios. “Es una medida inaplicable, inútil, cuyo objetivo es robarnos”, denunció en junio en nuestras columnas el presidente de la Federación de Moteros de Francia, Christophe Bériol.