Las principales organizaciones patronales francesas pidieron este lunes al Gobierno que ponga en marcha medidas de apoyo a los comerciantes y empresarios afectados por seis noches de violencia, que condenan, tras la muerte de Nahel, asesinado a los 17 años por un policía.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, había pedido este sábado a las aseguradoras ampliar los plazos de declaración, reducir las franquicias e indemnizar rápidamente a los profesionales víctimas de los disturbios. También será posible un aplazamiento del pago de las cargas sociales y fiscales de las empresas en crisis.
Para la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (CPME), este diferimiento de cargos puede no ser “suficiente”. La organización, que defiende los intereses de las pymes, pide «medidas de apoyo inmediatas y masivas» para comerciantes y estancos, en particular, que no tengan acceso al paro parcial. «Para los que lo han perdido todo, es fundamental proporcionarles un medio de subsistencia», insiste el CPME, que aboga por la creación de «un fondo de socorro» así como por el retraso en el reembolso de los préstamos garantizados por el Estado ( PGE) concedidos durante la crisis sanitaria.
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El sábado, el Ministerio de Economía había identificado, en cuatro noches de disturbios, una decena de centros comerciales y más de 200 cadenas comerciales asaltadas y saqueadas -incluidas 15 incendiadas-, así como 250 estancos, también 250 agencias bancarias, comercios de todos los tamaños y establecimientos de comida rápida. Consultado por AFP el lunes, el Ministerio de Economía indicó que no contaba con un informe actualizado. “Estas empresas no podrán retomar su actividad hasta dentro de varias semanas, y muchas otras, en particular de carácter comercial, ya están sufriendo importantes descensos de actividad a causa de los disturbios”, señala la Unión de empresarios locales (U2P).
Pide al gobierno que ponga en marcha «medidas apropiadas» -como la actividad parcial y el aplazamiento de los cargos-, las compañías de seguros compensen rápida y proporcionalmente, y los bancos otorguen a las empresas afectadas el reembolso de «facilidades». Además de las pérdidas de actividad, el Movimiento de las empresas de Francia (Medef) lamenta “un deterioro de la imagen de Francia. (…) Más allá de las cancelaciones ya registradas en el sector turístico, los inversores podrían abandonar proyectos si no se restablece la calma y se asegura la seguridad”, según él.
El CPME es partidario de posponer una semana el fin de las rebajas, previsto para el 25 de julio.
