Esta es una noticia que debería hacer las delicias de los filatelistas (y amantes de la gastronomía). La Poste presentó el jueves un nuevo sello con la imagen y el olor de la baguette. El día no fue elegido por casualidad ya que se trata de Saint-Honoré, patrón de los panaderos. En el sello impreso en Boulazac, en Dordoña, la baguette francesa está envuelta con una cinta azul, blanca y roja.
Para La Poste, el objetivo de esta campaña es rendir homenaje a este “símbolo de nuestra gastronomía” y “esta joya de nuestra cultura”, catalogada como patrimonio inmaterial de la UNESCO desde noviembre de 2022. “Portadora de una cultura y de unas costumbres, la baguette es profundamente arraigado en las prácticas cotidianas de los franceses. Ella encarna un ritual, el de acudir a su panadería, un negocio local arraigado en las regiones que atrae cada día a doce millones de consumidores. La producción de seis mil millones de baguettes cada año confirma su estatus emblemático en el patrimonio gastronómico francés”, subraya el grupo.
Lea también “Encontramos un lugar de encuentro”: las furgonetas de La Poste conquistan los pueblos de la diagonal del vacío
Además de este estampado tricolor, el sello también tiene otra particularidad: el olor a pan. Para oler el aroma de una panadería, basta frotar el sello, como explica Damien Lavaud, impresor de Philaposte, a France Bleu: “Este olor está encapsulado. […] Y la dificultad para nosotros es depositar esta tinta sin romper las cápsulas, para que luego el cliente pueda restaurar el olor frotando el sello, y más precisamente sobre la baguette. Libera las cápsulas olorosas”. Esta tecnología ya se había utilizado en el pasado para sellos con aroma a café, lavanda, hierba y chocolate.
Para adquirir uno de los 594.000 ejemplares de sellos “baguette” hay que pagar 1,96 euros cada uno. Desde este viernes, los consumidores pueden encontrarlos en la tienda Le Carré d’entreprises y «en muchas oficinas de correos», especifica la empresa.