2023 ha sido un año lleno de acontecimientos para La Poste. Desde el 1 de enero, la supresión del tradicional sello rojo, sustituido por un sistema híbrido que no brilla por su sencillez, generó polémica sobre el tema del abandono de los servicios públicos. Lo cierto es que esta elección permitió ahorrar 96 millones de euros, en particular en costes de transporte, como subrayó la dirección durante la publicación de las cuentas anuales este jueves. La empresa debe adaptarse a la caída de la carta: el número de cartas intercambiadas cayó otro 9,2% el año pasado en Francia. «El año pasado, el correo sólo representó el 16% de nuestra facturación», recuerda Philippe Wahl, director general del grupo. En 2008 era del 37%.

Más importante aún, el grupo tuvo que afrontar dificultades el año pasado en dos actividades -paquetes y la división financiera- que son sus motores de crecimiento. Tras el efecto de la vuelta a las tiendas post-Covid, esta vez es la crisis del poder adquisitivo la que pesa sobre las ventas del comercio electrónico. La filial Geopost, presente en Francia y en numerosos países, pagó el precio. El volumen de paquetes entregados en 2023 disminuyó ligeramente (-1%), y su facturación se estancó (0,2% orgánico). En Francia, la actividad de Colissimo se mantuvo mejor (2,5% de facturación).

Y mientras el sector del reparto vuelve a la normalidad tras el boom pandémico y se está reestructurando, la dirección de La Poste prefirió abandonar determinadas actividades. El grupo vendió así Stuart, especializado en carreras urbanas urgentes, al fondo alemán Mutares. «No pudimos encontrar un equilibrio con Uber Eats o Deliveroo», afirmó Philippe Wahl. El grupo también cerró Urby, una pequeña filial activa en logística urbana baja en carbono. “Para que esta actividad funcionara, las ZFE (zonas de bajas emisiones en las ciudades) tendrían que desarrollarse más”, especifica el director general.

Lo mismo en el centro financiero. A finales de año, La Poste lanzó un proyecto para “cesar las actividades” de Ma French Bank, su banco 100% en línea. Esta última “no ha conseguido rentabilidad y aún no ha encontrado su modelo económico”, reconoció entonces el grupo. Si la operación se llevara a cabo, sería necesario redirigir a los clientes a La Banque Postale y reintegrar a los empleados en el grupo. En términos más generales, Banque Postale atravesó una mala racha el año pasado debido a una mala gestión de riesgos. Esto provocó la salida de su líder, Philippe Heim, en agosto. Si el banco logró un resultado neto positivo en 2023 y un ingreso bancario neto creciente (equivalente a la facturación), es gracias al sólido desempeño de su filial CNP Assurances. Stéphane Dedeyan, el nuevo director de La Banque Postale, deberá presentar su hoja de ruta el viernes.

En conjunto, se trata del dinamismo de CNP Assurances, que generó 1.500 millones de euros de beneficio en 2023, y el de, en menor medida, el de las actividades relacionadas con lo digital (caja fuerte digital, firma electrónica, ciberseguridad, consultoría) en la transformación digital. .) que apoyó al grupo La Poste el año pasado. Tanto es así que su facturación aumentó orgánicamente un 1,7%, hasta 34.100 millones de euros, y su beneficio neto fue positivo con 514 millones de euros.

“Hicimos arbitrajes, tomamos decisiones el año pasado. Y continuamos con la propuesta de venta de La Poste Mobile (operador de telecomunicaciones virtual con 2,3 millones de clientes, propiedad en un 51% de La Poste, ndr.)”, subraya Philippe Wahl. Si la adquisición por parte de Bouygues Telecom se concreta, el grupo podría embolsarse una buena suma, casi 500 millones de euros. “Pero eso no significa que hayamos renunciado a nuestra estrategia de diversificación, que sigue siendo esencial ante la caída del correo”, añade el directivo. La Poste sigue apostando por el desarrollo de la paquetería y cuenta con un repunte de esta actividad en 2024. “El comercio electrónico todavía tiene potencial de crecimiento. En el Reino Unido, país avanzado, el volumen de paquetes es el doble que en Francia. También hemos invertido en el Sudeste Asiático, el Golfo y América Latina”, explica Philippe Wahl. Reorientada hacia sus fundamentos, La Banque Postale debería avanzar.

La dirección todavía cree en el desarrollo de servicios relacionados con el envejecimiento. “Estamos experimentando un fuerte crecimiento en el sector de entrega de comidas, lo que está en línea con nuestro negocio principal. Realizamos recorridos específicos por la ciudad y colaboramos con la entrega de paquetes y cartas en zonas poco pobladas, explica Philippe Wahl. Nuestra plataforma local (Cuidando a mis padres, otros servicios, etc.) con el tiempo despegará: somos los únicos con tal presencia en todo el país”. El grupo también ha creado un centro de Salud