Comprado sucesivamente por dos comerciantes rápidos (Gorilas y luego Getir), Frichti volvió a manos francesas. La start-up La Belle Vie, pionera del comercio electrónico alimentario en París, fue nombrada el miércoles compradora del especialista en el reparto de comidas preparadas, en suspensión de pagos desde la primavera.

Las dos empresas de reparto se conocen bien porque se crearon con pocas semanas de diferencia, en 2015, y han crecido todos estos años en paralelo. «Estamos encantados de contratar compañeros a los que respetamos enormemente», explica Paul Lê, cofundador de La Belle Vie. Frichti es una marca icónica, que se ha rodeado de un gran número de proveedores artesanales. Ellos nos aportan la magia de su marca, nosotros les aportamos nuestro know-how logístico”.

De hecho, La Belle Vie ha logrado la hazaña, poco común en el sector del comercio electrónico de alimentos, de ganar dinero desde finales del año pasado. “Hemos trabajado en nuestros procesos para convertirnos en los únicos minoristas electrónicos de alimentos que realizan entregas rentables durante el día. Todos los demás han abandonado las armas”, señala Paul Lê. De hecho, casi todos los traders rápidos que arrasaron las principales ciudades francesas en 2021 se han retirado del mercado, a excepción de Flink. Estos jugadores se ofrecieron a entregar víveres en menos de 10 minutos, desde mini-almacenes (tiendas oscuras) con las que habían cubierto las ciudades. Se vieron diezmados por la subida de los tipos, que cortó sus medios de subsistencia, y por la modificación de las normas urbanísticas, que apretaron drásticamente las tuercas a los minialmacenes. En su caída, los gorilas y luego Getir se llevaron a Frichti.

La Belle Vie alcanzará este año una facturación de 57 millones de euros, un 30% más que en 2022. Ofrece a sus clientes 25.000 referencias de productos de alimentación de consumo y algunos platos preparados. Sólo realiza envíos a Île-de-France desde su almacén en el distrito 12. En esta región, Belle Vie capta entre el 14% y el 17% de la cuota de mercado según el mes, por detrás de Carrefour y Monoprix.

Lea también: Auge y caída del comercio rápido

La nueva empresa emplea a 168 empleados de los 500 que tenía Frichti en toda Francia. La actividad (69 millones de facturación en 2022) se reorientará a Île-de-France. En particular, se conservarán las cocinas Frichti para seguir ofreciendo platos preparados, que actualmente representan el 50% de la oferta. Lo mismo se aplicará al servicio destinado a empresas: cada semana se entregan 1.600 y 14 restaurantes de empresa. Pero la oferta de compras online se enriquecerá. El mercado Frichti, lanzado esta semana, ofrecerá a los clientes de Frichti hasta 6.000 referencias de productos alimentarios para entregar.

Paul Lê espera que Frichti vuelva rápidamente a la senda de la rentabilidad. “Vamos a abandonar el actual modelo de comercio rápido, que ha mostrado sus límites, y favoreceremos una entrega ligeramente más lenta basada en rondas. Ir y venir de una tienda oscura ya no es relevante”, explica Alban Wienkoop, cofundador de Belle Vie. El modelo no duró mucho en Francia.