El Tribunal de Cuentas pone freno a esta cuestión. «El servicio hospitalario público también debe ser prestado por el sector privado», declaró el jueves Pierre Moscovici, primer presidente del Tribunal de Cuentas, al presentar tres informes sobre el hospital. «No se trata de una privatización del hospital», se defendió, «pero dada la tensa situación sanitaria, hay un despilfarro, las clínicas permitirían cubrir las necesidades».

Si bien los sectores público y privado llevan mucho tiempo trabajando aislados, la crisis sanitaria los ha llevado a cooperar más. «Deben seguir superando su oposición histórica», cree Pierre Moscovici. Para ello, la Corte recomienda flexibilizar las autorizaciones emitidas a las clínicas por las agencias regionales de salud (ARS). A cambio, se regularían los honorarios de los profesionales liberales que allí trabajan y “el remanente a cargo del paciente sería igual a cero”. Además, los profesionales deberían participar en la atención continuada y el personal de enfermería debería compartirse entre los establecimientos para proporcionar “las noches, los fines de semana, el mes de agosto, los días festivos y las celebraciones de fin de año”.

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La obligación de realizar guardias para los médicos que trabajan en clínicas privadas es una disposición del proyecto de ley Valletoux que se debate actualmente en el Parlamento. Esta es una señal de alerta para los profesionales liberales y una de las razones de la huelga convocada por todos los sindicatos de médicos liberales a partir del viernes. Los magistrados financieros también aprovecharon la oportunidad para elaborar un balance del “Ségur de la santé”.

Si el esfuerzo excepcional de apoyo financiero a la salud ante la crisis sanitaria estuvo «justificado», el «cueste lo que cueste» careció de «gestión» y la asignación de sumas en la emergencia adoleció de un «control» insuficiente. Así, a pesar de los 6.500 millones de euros asignados a la recuperación de la deuda hospitalaria, muchos de ellos todavía se enfrentan a déficits importantes. “Se optó por repartir las ayudas en lugar de concentrarlas en los hospitales más difíciles”, lamenta Pierre Moscovici. Y señalar que treinta hospitales incluso recibieron una ayuda para el alivio de la deuda superior a… ¡el importe de su deuda!