Causada por el aumento de los precios de las materias primas a finales de 2021 y la guerra en Ucrania, la crisis inflacionaria que afectó a los estantes de alimentos durante los últimos dos años ha terminado. Los precios de los productos alimentarios de consumo cayeron ligeramente un 0,1% interanual de media en mayo, según los datos mensuales de Circana publicados el jueves. Esta tímida deflación no se había observado desde diciembre de 2021. Esta evolución forma parte de la tendencia de los últimos 9 meses con etiquetas que disminuyen ligeramente de forma continua (entre -0,2% y -0,5%, cada mes).

Esta es una buena noticia para los consumidores que no deberían notarlo cuando compran en los supermercados. Y por causa. En comparación con el período anterior a la crisis, los precios siguen siendo muy altos: un 15,9% en dos años. Estos descensos interanuales son significativos en las categorías de cuidados masculinos (-8,7%), jamones cocidos de ave (-5,8%), geles de ducha (-5,5%) e incluso postres y pastas heladas (-4,2%). Por el contrario, los precios de algunos productos están aumentando considerablemente, como las conservas de flagelos (8,7%), los aceites (8,1%), las conservas de maíz dulce (7,4%) o los zumos de frutas (5,6%).

Por tanto, es principalmente en los productos de higiene y limpieza donde se observa esta tendencia a la baja, estimada en un -2,2% en un año. La razón ? Desde el 1 de marzo, la ley Descrozaille (EGalim 3) ha limitado drásticamente las ofertas promocionales en estos sectores y «los fabricantes probablemente no han aprobado aumentos de precios con el riesgo de volumen vinculado a estas limitaciones», analizó recientemente Emily Mayer, experta en gran consumo de Circana.

En el caso de los productos alimentarios, los precios aumentaron ligeramente un 0,2%. No hay duda de que influyen los bajísimos aumentos de precios (menos del 1%) que los distribuidores obtuvieron de los fabricantes para los productos de marcas nacionales a finales de enero, durante las negociaciones anuales. Precios que las marcas pueden trasladar libremente a los precios de estantería. Pero ésta no es la única explicación. La guerra de precios entre los grandes distribuidores de alimentos favorece esta caída. Dado que el poder adquisitivo sigue limitado, las diferentes marcas buscan aplicar los precios más bajos posibles para evitar distanciarse a toda costa. Para ello, no dudan en esperar a repercutir las subidas de precios o recortar sus márgenes.

Por tanto, el período es crucial y no hay garantía de que esta tendencia continúe. Michel-Edouard Leclerc, presidente del comité estratégico de la marca que encabeza la lista del sector, indicó recientemente que la tasa de inflación se situaría en torno al 2% en los hipermercados. Sin embargo, esto está muy lejos de los fuertes aumentos registrados durante la crisis inflacionaria.