Un anuncio altamente simbólico, en vísperas del día internacional contra la violencia contra las mujeres. Este viernes, Clément Beaune reunió al comité para luchar contra la violencia sexual y de género en el transporte. La oportunidad de revelar varias medidas destinadas a proteger a las mujeres francesas o extranjeras que desean tomar un taxi o una VTC con total seguridad, mientras que varios escándalos en el pasado han puesto de relieve las deficiencias.

En primer lugar, a partir del año que viene, el Gobierno quiere introducir en los exámenes de los conductores una “formación sobre violencia sexual o de género” para sensibilizarles sobre esta lacra. Los conductores ya instalados también podrán tener acceso a él, gracias a la formación continua.

Al mismo tiempo, dos medidas adicionales tienen como objetivo excluir de esta profesión a cualquier persona en riesgo. Arriba, cualquier persona que haya sido condenada por violencia de género o sexual quedará excluida del acceso a la profesión de conductor. Más abajo, todo conductor condenado mientras ya trabajaba será excluido de la profesión, “con un sistema acelerado”, precisó el ministro delegado.

Estos anuncios se produjeron cuando el gobierno lanzó este viernes una importante campaña de comunicación contra la violencia sexual en el transporte. Presente en la estación Saint-Lazare de París, el Primer Ministro indicó que este sistema, que durará un mes, “responde a una observación alarmante: casi todas las mujeres […] declaran haber sufrido agresiones verbales o físicas en el transporte público , […] silbidos, insultos, incluso agresiones sexuales o incluso violaciones. Una situación «totalmente inaceptable», criticó Elisabeth Borne. La campaña, denominada «contra los agresores, levantemos la vista», debe animar a cada usuario a estar atento a sus cómplices, a reaccionar en caso de agresión. “Atacamos a los que acosan y movilizamos a los testigos”, resumió Clément Beaune.

El ministro delegado también había prometido acciones «muy firmes» a los taxis y VTC, para limitar al máximo los riesgos para los usuarios de estos modos de transporte. Estos pretenden responder a varios escándalos que involucran a conductores, acusados ​​de violencia e incluso de violación. Un fenómeno visible desde hace varios años: en 2019, una campaña