Luca de Meo cumplirá un segundo mandato de cuatro años al frente de Renault, confirmó el fabricante de automóviles el viernes en su junta general, mientras que su remuneración fue cuestionada por más de una cuarta parte de sus accionistas. El mandato de Luca de Meo fue renovado «por unanimidad» hasta mayo de 2028 por el consejo de administración de Renault, indicó su presidente Jean-Dominique Senard.

Los accionistas del grupo, reunidos en junta general el jueves, también confirmaron un aumento de la remuneración de Luca De Meo, que podría alcanzar los 5,53 millones de euros anuales. La oposición, sin embargo, fue fuerte: el 27,87% de los accionistas votaron en contra de la resolución sobre el salario de Luca De Meo. La consultora Proxinvest recomendó oponerse, como hizo con Carlos Tavares en Stellantis.

Según la dirección de Renault, esto tenía como objetivo «garantizar el atractivo de la remuneración del director general» frente a otras 13 empresas automovilísticas como Stellantis y Volkswagen y sectores relacionados con Michelin o Siemens. A esta retribución hay que sumarle las acciones de rendimiento, pagadas a largo plazo, que suponen más de 5 millones de euros adicionales al precio actual de la acción.

Desde su llegada al frente del grupo en 2020, tras el derrocamiento de Carlos Ghosn, el exjefe de Seat ha saneado las cuentas del grupo, que se encontraba en mal estado. En cuatro años, Luca De Meo ha reorganizado el Diamante recortando personal, deshaciendo la alianza con Nissan y aumentando las colaboraciones con otros actores del sector del automóvil, la tecnología y los materiales. Apostó por menores ventas y precios más altos, además de ganancias récord. Y preparó una nueva ofensiva en sus gamas eléctricas, con el Scenic y luego el nuevo R5 este año.