Es una innovación tan importante como la tarjeta vital. “Mi espacio de salud”, la historia clínica digital lanzada hace dos años, después de 15 años de repetidos fallos del expediente médico compartido (DMP), está arraigado en la vida cotidiana de los franceses. Once millones de pacientes han activado sus cuentas en Internet, incluidas 450.000 primeras conexiones sólo durante el mes de enero. Y el uso va en aumento: 300.000 personas se conectan cada semana, y más del 40% vuelve a la aplicación de un mes para otro. “Encontré todos mis exámenes de laboratorio y ecografías en “Mi espacio de salud”. Es muy práctico”, afirma Pauline, una joven madre embarazada de su segundo hijo. “Por otro lado, no pude solicitar una tarjeta sanitaria europea para mi viaje al extranjero”, lamenta. El “espacio Mi Salud” se refiere en realidad al expediente médico del paciente, siendo el sitio Ameli.fr Seguros de Salud el dedicado a los procedimientos administrativos.

Sin embargo, los usuarios pueden enviar su receta de forma segura a la farmacia de su elección para que se pueda preparar su dispensación. También tienen su cartilla de vacunación actualizada tras la vacunación en una farmacia. Por ello, quienes lo han utilizado elogian el servicio: el 91% de los franceses que han activado su cuenta «Mi espacio de salud» afirman que podrían recomendarlo a sus seres queridos. En cuanto a la aplicación, obtiene una puntuación de más de 4,6/5 en las tiendas de Apple y Google.

Enseñados por los fracasos del pasado, el Seguro de Salud y la delegación de salud digital (DNS) lucharon contra el “síndrome de la cáscara vacía” para que, una vez abierto, “Mi espacio de salud” estuviera bien abastecido. Llueven resultados, recetas, exámenes biológicos, cartas de enlace, informes de hospitalización… Uno de cada dos documentos sanitarios es enviado directamente al cuaderno digital por los profesionales de la salud. Son 10 millones de documentos cada mes. Si los médicos se han mostrado reacios durante mucho tiempo a completar el DMP, que lleva mucho tiempo y es tedioso, esta vez están más inclinados a hacerlo. Por un lado, se les incentiva económicamente: se les proporciona una remuneración específica por completar por primera vez la sección de resumen médico (VSM) que recoge el historial del paciente, y una parte de la remuneración fija de los médicos depende de que luego realicen regularmente agregar información al cuaderno digital. Pero, sobre todo, el DNS ha trabajado mucho con los editores de software médico en el marco de “Ségur digital” para facilitarles la tarea. Como resultado, en enero más de 45.000 médicos de la ciudad presentaron sus documentos. Cada mes, los profesionales de la salud consultan entre 100.000 y 200.000 historias clínicas, a la espera de que la segunda ola de “Ségur digital” facilite y generalice aún más este uso. “Hicimos un operativo Centinela con los médicos para mirar con ellos todo lo que estaba perdiendo el tiempo. Hemos hecho muchas depuraciones y llegará una nueva ola de software”, promete Hela Ghariani, delegada ministerial para la salud digital. “Y para los usuarios más alejados de la tecnología digital, tenemos toda una red de embajadores y alianzas con asociaciones para facilitar la inclusión”, continúa.

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«Estamos midiendo los progresos realizados, resultado de una movilización muy fuerte de todas las partes interesadas», se alegra Thomas Fatôme, director general del Seguro de Salud, recordando que la historia clínica digital es «una herramienta fantástica para mejorar la prevención, así como la calidad y relevancia del cuidado”. De hecho, además del propio expediente médico, “Mi espacio de salud” también contiene mensajería segura que permite al médico contactar con sus pacientes y enviarles documentos respetando la confidencialidad médica. Los pacientes pueden responderle, pero no enviar mensajes por iniciativa propia.

En las próximas semanas, la historia clínica digital también se enriquecerá con un diario de salud que permitirá enviar recordatorios automáticos a los pacientes para que no olviden las citas clave para el seguimiento de la salud de los niños, sus recordatorios sistemáticos de vacunación y cribados o el seguimiento del embarazo. Además, para prepararse ante la próxima llegada de “Mi informe de prevención”, los asegurados ya pueden cumplimentar su autocuestionario en diferentes edades clave de la vida (18/25 años, 45/50 años, 60/65 años y 70/75 años ), con el fin de facilitar los intercambios con sus profesionales de la salud. Por último, el cuaderno digital también ofrece un catálogo de aplicaciones validadas y certificadas por su eficiencia, seguridad, cumplimiento CNIL, etc. Hasta la fecha, se enumeran una veintena de aplicaciones, pero con el paso de los meses se añadirán muchas más. Tantas herramientas a disposición del paciente para controlar su salud u obtener consejos de prevención.