Más de la mitad de los jóvenes rurales han abandonado las prácticas culturales debido a la falta de movilidad. Y con razón, ya que dedican una media de más de 2,5 horas al día al transporte: la movilidad es una fuente de división territorial, según un estudio publicado el jueves por el Instituto Terram y Chemins d’avenirs. Los jóvenes rurales representan una cuarta parte de las personas de entre 15 y 29 años en Francia. Casi la mitad (48%) quiere quedarse en el campo, en comparación con el 41% de los jóvenes urbanos, y cuanto mayor es el nivel de vida, más fuerte es el deseo de quedarse. Pero mudarse al campo parece ser una gran dificultad.
Muy dependientes del coche, se consideran «mal atendidos» por todos los modos de transporte público, en particular el autobús (53%) y el tren (62%), frente al 14% y el 24%, respectivamente, de los jóvenes residentes urbanos. Las personas mayores de 18 años de municipios muy poco poblados dedican una media de 2 horas y 37 minutos al día al transporte, o 42 minutos más que los jóvenes residentes urbanos. “Estos tiempos de desplazamiento se suman a las jornadas de estudio, reduciendo drásticamente su tiempo libre para otras actividades”, observan los autores.
El presupuesto mensual para transporte asciende de media a 528 euros para los jóvenes rurales (incluidos 461 euros para el vehículo individual), frente a 307 euros para los jóvenes urbanos. Esta distancia tiene un impacto significativo en la vida diaria y el acceso a los servicios, ya que más de la mitad (57%) de los jóvenes de zonas rurales muy escasamente pobladas han tenido que dejar de practicar actividades culturales debido a limitaciones de viaje, en comparación con el 40% de los jóvenes urbanos. .
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Los efectos de esta distancia también son evidentes a la hora de buscar trabajo: el 38% de los jóvenes rurales que buscan trabajo ya han renunciado a una entrevista de trabajo debido a dificultades para viajar. La encuesta también revela que los jóvenes rurales son los más afectados por los problemas de salud mental: el 76% dice haber experimentado periodos intensos de “estrés, nerviosismo o ansiedad”, y el 35% ha tenido pensamientos suicidas.
Los obstáculos a la movilidad también alimentan la votación del Rally Nacional. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2022, el 39,6% de los jóvenes rurales votaron por Marine Le Pen, más del doble que sus homólogos urbanos (18,1%). El estudio fue realizado por el instituto Terram, un think tank dedicado al estudio de los territorios, en colaboración con el instituto Ifop y la asociación Chemins d’avenir. Del 1 al 8 de marzo de 2024 se entrevistó a una muestra de más de 2.000 jóvenes rurales y a una segunda muestra de más de 2.000 jóvenes representativos de la población francesa de 15 a 29 años, la mitad de los cuales son urbanos.