Un llamado a la calma, a salvar lo que aún se puede salvar. La Cámara de Comercio e Industria de Nueva Caledonia llamó este lunes a «preservar lo poco que queda» de la economía de este archipiélago, donde una semana de disturbios ha causado daños a veces irreparables a las empresas. «Las consecuencias económicas y sociales de estos disturbios ya son catastróficas; debemos absolutamente preservar lo poco que queda de nuestra economía», afirmó la CCI en un comunicado de prensa.

Este jueves ya había estimado los daños en 200 millones de euros. Cuatro días después no proporcionó una nueva estimación, pero los daños no han hecho más que empeorar. «Mientras hasta la fecha más de 150 empresas han sido saqueadas e incendiadas, dejando a más de 1.000 empleados sin trabajo, la zona industrial de Ducos, verdadero corazón económico de Nueva Caledonia, está abandonada a su suerte», lamentó esta organización que defiende los intereses de negocios.

«Es imperativo asegurar inmediatamente esta zona para salvar los negocios que aún están en pie», añadió. La CCI dijo que temía «en un futuro próximo, un aumento de nuestra dependencia aún mayor de las importaciones». La economía de Nueva Caledonia, territorio francés desde 1853, depende en gran medida de las exportaciones de níquel, de las que el archipiélago posee entre el 20 y el 30% de los recursos mundiales, y de las subvenciones del Estado central.