El presidente de la SNCF, Jean-Pierre Farandou, pidió este miércoles un plan de financiación con recursos permanentes y «una ley de programación plurianual» para garantizar la ejecución del plan de 100.000 millones de euros prometido para el ferrocarril. “Si no se financia, este proyecto no se realizará”, advirtió Jean-Pierre Farandou, durante una audiencia ante la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

El proyecto, anunciado a finales de febrero por la primera ministra Elisabeth Borne, promete 100.000 millones de euros de inversión para los ferrocarriles hasta 2040, un esfuerzo que el presidente de la SNCF lleva muchos meses defendiendo. Es necesario apelar a “todas las fuentes de financiamiento accesibles”, subrayó.

Jean-Pierre Farandou citó así la “nueva fiscalidad europea en torno a las cuotas de carbono”, pero también los impuestos, que podrían pesar sobre los tipos de transporte que tienen un “impacto más negativo sobre el medio ambiente”. “Estoy pensando en transporte aéreo, estoy pensando en vehículos pesados ​​y también tenemos autopistas que son una importante fuente de financiación”, ofreció el presidente del grupo ferroviario.

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Según él, “una parte del maná de la autopista se podría utilizar para financiar el ferrocarril”. También hay que pedir a las autoridades locales que financien proyectos de servicios exprés regionales, los famosos “RER metropolitanos” que Emmanuel Macron ha pedido con “trenes regionales circulando cada cuarto de hora” para “irrigar” las grandes metrópolis, según Jean-Pierre Farandou.

La SNCF también tomará su parte «hasta su capacidad contributiva real pero limitada» y con una «línea roja: no volver al déficit», insistió Jean-Pierre Farandou. El jefe del grupo público dijo finalmente que espera «que un amplio consenso multipartidista cree las condiciones necesarias para una ley de programación plurianual» que consolide «la puesta en marcha de este futuro plan del transporte ferroviario en nuestro país».

Esto prevé, en particular, la regeneración y modernización de la red, cuya edad media es de 30 años en Francia, «mientras que en Alemania es de 17 años y en Suiza, que es una referencia europea en términos ferroviarios, es de 15 años». . Así, la inversión anual debe pasar de 2.800 millones de euros, cantidad considerada insuficiente, a cerca de 4.000 millones de euros anuales, lo que permitiría «mantener en buen estado toda la red», insistió Jean -Pierre Farandou.