La plataforma de alquiler Airbnb firmó el viernes un acuerdo para combatir la explotación sexual y la trata de personas en los alojamientos que ofrece, durante y después de los Juegos Olímpicos de este verano en París. Este acuerdo se concluyó con la Misión Interministerial para la protección de las mujeres contra la violencia y la lucha contra la trata de seres humanos (Miprof), que dirige el plan nacional 2024-2027 dedicado a este tema.
En un comunicado, Miprof recuerda haber firmado ya a finales de marzo un acuerdo similar con la red Gîtes de France para prevenir mejor las situaciones de explotación, especialmente sexual, durante los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto), los Juegos Paralímpicos. (28 de agosto -8 de septiembre) y más allá. “Aunque los incidentes de este tipo son muy raros en la plataforma dado el volumen de reservas realizadas, Airbnb se compromete, a través de esta colaboración a largo plazo, a apoyar los esfuerzos emprendidos por el sector y las autoridades públicas para poner fin a la explotación y «La trata de seres humanos (…) y, en particular, la utilización de alojamientos con fines de proxenetismo», explicó el gigante americano en un comunicado.
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Airbnb se compromete a crear conciencia entre su comunidad de anfitriones y viajeros. La plataforma y Miprof han creado así la “Guía del Viajero Responsable” para ayudar a los viajeros a identificar y denunciar cualquier situación de explotación en el edificio o barrio donde se alojan. Miprof también formará a los equipos de asistencia de Airbnb, que al mismo tiempo se compromete a reforzar su cooperación con la policía y la justicia. «Este acuerdo con Airbnb es importante dada su posición central en el sector turístico», afirmó la secretaria general del Miprof, Roxana Maracineanu, citada en el comunicado.
En diciembre, en una entrevista, la ex ministra de Deportes habló de un «alto riesgo» de trata de personas durante los Juegos Olímpicos, afirmando la voluntad de las autoridades públicas de enviar «un mensaje claro de firmeza» a las redes. “La prostitución no necesariamente va a ocurrir en la calle o en los hoteles, dado que tenemos una cadena hotelera bastante vigilante. Lo que nos preocupa es la prostitución interna, dentro de departamentos”, subrayó. De hecho, los alojamientos alquilados en Airbnb suelen ser el centro de los casos de proxenetismo, y las redes criminales prefieren estos alojamientos discretos para llevar a las mujeres a la prostitución.