En medio de una crisis agrícola, el Senado presionó al gobierno el martes adoptando su versión de una reforma de las pensiones para los agricultores calculada en los mejores 25 años, mientras que una ley aprobada en 2023 sobre el tema aún no se ha aplicado. Pocas horas después de la recepción de los sindicatos agrícolas mayoritarios por parte del primer ministro Gabriel Attal, la cuestión de las pensiones de jubilación tuvo eco en la cámara alta con este proyecto de ley de la derecha senatorial, aprobado por unanimidad.

El enfoque senatorial es el resultado de una reforma adoptada hace más de un año en el Parlamento pero cuya implementación está resultando particularmente compleja. La reforma inicial fijó el objetivo de determinar el importe de la pensión básica para los trabajadores no asalariados de profesiones agrícolas en función de los mejores 25 años, a partir del 1 de enero de 2026. Pero este texto, ciertamente consensuado, también dejó al gobierno con la responsabilidad de cuidar esbozar los detalles técnicos a partir de un informe que examine las diferentes rutas posibles. Inicialmente previsto para un plazo de tres meses, este informe tuvo un retraso de ocho meses y no se presentó hasta principios de febrero de 2024.

Además, las opciones propuestas en este informe no satisfacen al Senado ni a su mayoría de centro y derecha, que creen que todos los escenarios resultarán perdedores y serán inaplicables a partir de 2026. «Es una provocación que corre el riesgo de alimentar la ira», se indignó. El senador de Les Républicains, Philippe Mouiller, aseguró que el Senado “no admitirá nuevos aplazamientos de la reforma ni su entierro”. Philippe Mouiller decidió, por tanto, tomar cartas en el asunto proponiendo incluir directamente en la ley su propio método de cálculo, que asegura es «justo» y «equitativo» y «no deja perdedores», aunque la izquierda expresó su escepticismo. .

Aboga por mantener un sistema de puntos, basándose en un informe de la Inspección General de Asuntos Sociales (Igas) de 2012. Este informe calcula la ganancia para los operadores afectados en 47,70 euros de media. Ante los senadores, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, no aprobó esta propuesta que no permite «la convergencia con el régimen de los trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia», basado en anualidades y no en puntos. «Nuestro objetivo es continuar nuestro trabajo, acelerarlo», añadió, indicando que tenemos la «firme intención de conseguirlo» en los «días o incluso semanas» venideros, «y nada más». No hay garantía de que este proyecto de ley del Senado sea luego examinado en la Asamblea Nacional, requisito previo para su aprobación en el Parlamento.