El bono de valor compartido volverá a atraer a las empresas en 2023. Anual, opcional y exento de cotizaciones y cotizaciones sociales en determinadas condiciones, el que primero fue “bono de poder adquisitivo excepcional”, luego “bono Macron”, nació del “ Crisis de los “chalecos amarillos”. Renovado durante el Covid, acabó siendo ratificado, en particular tras un acuerdo interprofesional entre sindicatos y empresarios, el pasado otoño. En 2023, el 24% de las empresas francesas habrán decidido utilizar esta herramienta. Y se pagaron 5.270 millones de euros a 5,9 millones de empleados. Es decir, un ligero descenso respecto a 2022, año en el que se pagaron 5.400 millones de euros de bonificación de valor compartido a 6,8 millones de personas.
Pero aunque menos empleados pudieron beneficiarse de este gesto por parte de su empleador, las bonificaciones fueron, por el contrario, más generosas que el año anterior. Así, de 779 euros de media en 2022, el bono de valor compartido aumentó a 885 euros en 2023. Un impulso bienvenido para el poder adquisitivo de los empleados, en un momento en el que la inestabilidad de la situación económica preocupaba a las empresas francesas que vieron cómo se restringía su actividad. meses recientes.
El sistema también es especialmente popular entre las pequeñas empresas. De los aproximadamente 5.300 millones de euros pagados, el 23,9% provino de empresas con menos de 10 empleados. Estas últimas también fueron más generosas, con bonificaciones que ascendieron de media a 1.141 euros, frente a los 855 euros de las empresas de 2.000 empleados o más, que representan el 19,3% del importe total pagado.
Por parte de los empleados, un tercio recibió más de 1.000 euros y el 40% menos de 500 euros. La pirámide de edad también influye, con cantidades significativamente menores para los más jóvenes. Los empleados menores de 20 años tuvieron que conformarse con una media de 397 euros, los de 20 a 24 años recibieron una media de 613 euros. Más allá de los 30 años, las primas son más generosas, oscilando entre 860 y 956 euros.
También vemos una gran heterogeneidad en el importe pagado según el sector. Las actividades financieras y de seguros, la industria química, las actividades informáticas y jurídicas, la consultoría y la ingeniería,… sectores conocidos por sus elevados salarios pagaron generosas bonificaciones que oscilaban entre 1.066 y 1.308 euros. En comparación con una media de 805 euros para el sector del comercio o una media de 451 a 446 euros para la acción social y el trabajo temporal que depende de una mano de obra con salarios bajos.
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En la industria, una gran proporción (40%) de las empresas han concedido bonificaciones, mientras que este porcentaje aumenta al 14,1% para el sector de la hostelería y al 14% para las actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas.
En 2024, los líderes empresariales planean continuar con el movimiento. Según la encuesta económica elaborada por la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CPME) en diciembre de 2023, el 55% de los empresarios planea aumentar los salarios de sus empleados y el 58% planea pagarles bonificaciones, ya sean bonificaciones de valor compartido o individuales. primas. Una previsión que podría no cumplirse si el Gobierno decide cuestionar las reducciones de tarifas, advierte la organización patronal.