Al dimitir a petición de Emmanuel Macron, Élisabeth Borne perdió su cátedra en Matignon, pero no todos sus privilegios. Incluso una vez que se van, los ex primeros ministros conservan una cierta cantidad de ventajas. Al igual que los ex ministros y secretarios de Estado, pueden recibir una compensación durante tres meses -frente a los seis meses anteriores a la ley de transparencia de la vida pública de 2013-, equivalente al salario que recibían en el gobierno.
Esto supone 14.910 euros brutos al mes para un primer ministro, 9.940 euros para un ministro y 9.443 euros para un secretario de Estado. Estos montos eran más altos antes de que el ex presidente socialista François Hollande emitiera un decreto al comienzo de su mandato de cinco años en 2012 para reducirlos en un 30%. Cabe señalar que el pago de esta compensación está asegurado a los antiguos miembros del gobierno durante tres meses “a menos que vuelvan antes a una actividad remunerada”, precisa el sitio oficial Vie-publique.fr. Asimismo, se ven privados de ella si no declaran todo o parte de su patrimonio o sus intereses a la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública (HATVP).
Élisabeth Borne, al igual que sus predecesores Jean Castex o Édouard Philippe, también podrá beneficiarse, de por vida, de un vehículo de empresa con conductor -y el Estado cubrirá los gastos correspondientes-, así como de un secretario privado, pero sólo durante diez años. y hasta los 67 años como máximo. Antes de un decreto publicado en 2019, estos medios concedidos a los ex primeros ministros eran todos sin límite de tiempo.
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Sin embargo, cabe señalar que los ex jefes de gobierno que ya dispongan de una secretaría o de un vehículo de empresa «para el ejercicio de un mandato parlamentario, de un cargo electo local o de una función pública», especifica el decreto. Los ex primeros ministros podrán por fin beneficiarse de la protección policial en cualquier momento si lo desean, proporcionada por el servicio de protección (SDLP) de la policía nacional.
Por otro lado, los ex ministros y secretarios de Estado deben renunciar, al dejar el gobierno, a las ventajas materiales de las que disfrutaban cuando todavía pertenecían al ejecutivo. Así, se acabó el alojamiento de empresa, el acceso gratuito al transporte ferroviario de primera clase y la provisión de un vehículo con conductor.
Sólo los antiguos ministros soberanos (Interior, Asuntos Exteriores, Justicia, Defensa) pueden recibir protección policial en la Place Beauvau, caso por caso, por razones de seguridad. La ex ministra de Justicia Christiane Taubira, por ejemplo, contrató agentes de seguridad varias semanas después de su salida de la Place Vendôme en 2016.