Varios pequeños grupos de manifestantes ecologistas intentaron este viernes 10 de mayo entrar en la fábrica de Tesla que produce coches eléctricos en Grünheide, cerca de Berlín, pero la policía los rechazó, afirmó este último. Los activistas protestan contra el plan de Tesla de ampliar su fábrica instalada desde 2022 en Grünheide, una pequeña ciudad a unos treinta kilómetros al sureste de la capital alemana.
Un portavoz de la policía informó a la AFP de heridos entre las filas de los manifestantes y entre la policía, sin poder cuantificarlos.
Los manifestantes proceden de un colectivo de asociaciones de protección del medio ambiente, entre ellas Extinction Rebellion, Nabu y Robin des Bois. El miércoles comenzaron un largo fin de semana de acciones, en particular estableciendo un campamento no lejos de la fábrica. El colectivo “Disrupt Tesla” afirmó haber reunido a más de 1.000 personas el viernes.
Desde febrero, los activistas medioambientales han protestado periódicamente contra el proyecto de ampliación de la fábrica de Tesla. Piden seguridad del “abastecimiento de agua” y “protección climática real”, protestando contra las “falsas soluciones capitalistas” de Elon Musk.
El multimillonario estadounidense quiere ampliar la fábrica de Gruenheide en 170 hectáreas para duplicar la producción y alcanzar el millón de vehículos eléctricos al año. Esta “Gigafábrica”, la única de Tesla en Europa, ocupa ya unas 300 hectáreas en las que trabajan unas 12.000 personas. De aquí surge el “Model Y”, el SUV insignia de Tesla para el mercado europeo.
El proyecto ha enfurecido a ambientalistas y residentes, que están preocupados por el bosque circundante y el nivel freático, o por el aumento del tráfico rodado en la región. Un referéndum local contó con la oposición del 60%, pero fue sólo consultivo.