Esto debería hacer las delicias de los amantes de las escapadas repetidas. Alemania se prepara para lanzar un abono mensual que permitirá viajar gratis en toda la red de transporte público local (trenes regionales, metro, tranvías, autobuses, etc.) del país, por tan solo 49 euros. Solo los trenes expresos y de larga distancia quedan excluidos de esta atractiva oferta. El pistoletazo de salida de esta operación, denominada “Deutschlandticket”, se dará el 1 de mayo.

Los alemanes saben qué esperar: este verano ya tuvieron la oportunidad de beneficiarse de una oferta similar, por 9 euros al mes. La medida, vigente de junio a septiembre, fue para incentivar el uso del transporte y acompañar el alza de los precios de la energía. A su llegada, los resultados de la operación fueron más que contundentes, con cerca de 52 millones de entradas vendidas. “A diferencia del billete de 9 euros, el Deutschlandticket pretende ser un billete permanente, cancelable mensualmente”, explica Deutsch Bahn, la empresa pública alemana de transporte ferroviario, responsable de comercializar el abono.

Impulsado por este éxito estival, el Gobierno pretendía transformar la prueba lo antes posible, a partir de principios de 2023. El «Deutschlandticket» tardará finalmente unos meses más en llegar al muelle, siendo más laboriosos los debates parlamentarios en torno a su adopción. que lo esperado. Tarifas, transporte aplicable, apoyo… los representantes electos del Bundestag han examinado los términos de la futura suscripción. El jueves, la cámara aprobó finalmente el proyecto de ley que establece el billete en 49 euros. «La mayor reforma del transporte en la historia de Alemania está en camino», se apresuró a twittear el ministro de Transporte y artífice del «Deutschlandticket», Volker Wissing.

En cuanto al principal punto de tensión -la financiación de la operación-, los parlamentarios decidieron partir la pera en dos: de 2023 a 2025, el gobierno federal y los Landers contribuirán cada uno con 1.500 millones de euros al año, para compensar por el lucro cesante de las empresas de transporte. Por lo demás, el escenario aún no está escrito. “Para garantizar de manera sostenible la financiación del billete de 49 euros más allá de 2025, se debe iniciar un nuevo procedimiento legislativo en 2025 sobre la base de una evaluación del tráfico y los efectos financieros”. especifica el sitio web oficial del Bundestag.

Primera empresa de transporte del país, la Deutsch Bahn debería ser la principal beneficiaria de las contribuciones del Estado y los Landers. Pero, ¿tendrá el equivalente germánico de nuestra SNCF nacional las espaldas lo suficientemente fuertes como para soportar una operación tarifaria de esta magnitud? El último informe del Tribunal Federal de Cuentas, dedicado a Deutsch Bahn y presentado al Bundestag el miércoles, genera dudas. La institución apunta a una «crisis crónica de Deutsch Bahn», «poniendo en peligro todo el sistema ferroviario». Está especialmente alarmada por el déficit acumulado por la compañía, que se acerca a los 30.000 millones de euros. Lo que también alimenta las preocupaciones de los parlamentarios, que ya especulan con un futuro aumento del «Deutschlandticket», siendo el precio de 49 euros sólo «un precio de lanzamiento».

Aparentemente alejados de estas consideraciones financieras, los alemanes, sin embargo, pagaron el precio en sus viajes diarios en tren. En un artículo publicado este verano, el corresponsal de Figaro en Berlín hablaba del «estado ruinoso del ferrocarril alemán», puesto en evidencia por la excepcional afluencia de viajeros vinculada al billete de 9 euros. Después de años de inversión insuficiente, Deutsche Bahn se embarcó el año pasado en un trabajo titánico destinado a mejorar sus vías. Lo que contribuye, de momento, a degradar un poco más la puntualidad observada en la red.

Atrapada por la crisis energética, la coalición en el poder al otro lado del Rin desea, como el gobierno francés, impulsar el desarrollo del transporte ferroviario. El argumento principal de esta política, el “Deutschlandticket”, debería permitir reconciliar a los alemanes con el tren. El Ministerio de Transporte de Alemania tiene como objetivo duplicar el tráfico de pasajeros en los rieles para 2030. Pero la medida también podría atraer a los viajeros europeos, quienes, al igual que los ciudadanos alemanes, son totalmente elegibles para el sistema. A buen entendedor.