Decir que la organización por parte de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de la COP28, en noviembre-diciembre en Dubái, despierta reticencias es quedarse corto. En todo el mundo se alzan voces para estigmatizar la atribución de la gran conferencia climática a un Estado que no solo basa su desarrollo en los hidrocarburos sino que aparece sistemáticamente en los distintos rankings, en el top 5 de los menos virtuosos en términos de CO2 emisiones per cápita.

Para tratar de mitigar esta honda, EAU decidió apelar a una agencia de cabildeo internacional: First International Resources fue contratada directamente por Masdar, la empresa de Emiratos dedicada a las energías renovables, cuyo líder es Sultan Al Jaber, también presidente de la COP28 además de dirigir la empresa petrolera nacional Adnoc. Por su propia admisión, First International Resources se especializa en comunicación de crisis.

Su trabajo debe girar en torno a dos ejes, que aparecen de forma explícita en el contrato: por un lado, desactivar cualquier potencial crítica contra Emirates o Al Jaber, por otro lado, identificar simpatizantes políticos de peso, capaces de fomentar el interés por COP28 y sus desafíos. Mientras tanto, a pesar de las críticas, el presidente de la COP28 puede contar con el apoyo del enviado climático de Estados Unidos, John Kerry.

Al comienzo del verano, Al Jaber recalcó las grandes expectativas de la comunidad climática que debían ponerse en marcha en Dubái, en particular, la triplicación de la capacidad renovable mundial. ¿Es convincente en este caso? Corresponde a First International Resources proporcionar pruebas.