La adquisición de Credit Suisse por parte de UBS es objeto de un nuevo desafío legal. Un millar de pequeños accionistas del segundo banco del país, comprado de emergencia por su rival en marzo pasado para evitar su quiebra, presentarán una denuncia, este lunes, ante el tribunal comercial de Zúrich.

Los demandantes no digieren la operación de toma de control que les provocó cuantiosas pérdidas. El banco de los dos velos fue efectivamente adquirido por UBS el domingo 19 de marzo por 3.000 millones de francos suizos, un precio de compra que representaba 76 céntimos por acción de Credit Suisse mientras que el título había cerrado la sesión bursátil del viernes anterior a 1,86. francos Agrupados en la Asociación Suiza para la Protección de los Accionistas (SASV), estos pequeños accionistas, en su mayoría inversores privados suizos, exigen una “compensación adecuada”.

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Esta denuncia sigue al anuncio de una acción similar que la start-up suiza LegalPass pretende lanzar, con el fin de obtener una compensación para los pequeños accionistas. Ella había indicado, a fines de julio, que más de mil titulares respondieron a su invitación, lo que permitió asegurar el financiamiento del procedimiento.

Además, muchos inversores profesionales también han presentado una denuncia ante el Tribunal Administrativo Federal de St. Gallen, tras la cancelación de los denominados préstamos “AT1” de Credit Suisse. Cuestionan la decisión de la autoridad supervisora ​​del mercado financiero, Finma, de declarar pura y simplemente sin valor estos bonos de riesgo de Credit Suisse, que valían casi 16.000 millones de francos. Esta decisión de Finma había conmocionado a los inversores, ya que los bonistas suelen ser los primeros en el orden de reembolso en caso de quiebra.