El grupo Volkswagen, que genera casi un tercio de sus ventas en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, acaba de anunciar que invertirá 2.500 millones de euros para ampliar allí sus actividades. Esta cantidad se dedicará a la ampliación de su centro de producción e innovación en Hefei, capital de la provincia de Anhui, al este del país. El grupo está presente en el país desde hace cuarenta años a través de empresas conjuntas con fabricantes locales.
Pero la alemana se ha visto superada en el mercado de los “vehículos de nueva energía”, coches 100% eléctricos e híbridos enchufables, que están creciendo con mucha fuerza y que han hecho que BYD tenga éxito. La participación de mercado general de Volkswagen en China cayó al 14% el año pasado, desde el 18% en 2018. Volkswagen ha cambiado su estrategia. Se esfuerza por diseñar y producir “en China para China”. Especialmente a través de asociaciones. VW se ha asociado con la china XPeng, en la que ha adquirido una participación del 9%, y planea lanzar con ella nuevos modelos eléctricos.
Hace unos días, Oliver Blume, presidente del consejo de administración de Volkswagen, declaró al Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) que su grupo «no debería tener expectativas utópicas» en China. «Si logramos una participación de mercado de dos dígitos a largo plazo en un mercado chino en crecimiento, ese ya es un objetivo muy respetable», afirmó.