Un polo blanco o gris, un suéter azul marino y pantalones gris carbón. Y en la guardería, para los más pequeños, una blusa. Le Figaro presenta el kit elaborado por el gobierno para los estudiantes que, al inicio del año escolar 2024, se verán afectados por la experimentación con uniformes en las escuelas. Antes de ser ascendido a primer ministro, Gabriel Attal tuvo que presentar este ajuar. Corresponde a la nueva Ministra de Educación, Amélie Oudéa-Castéra, proporcionar el servicio posventa.
En su conferencia de prensa del 16 de enero, el presidente Macron mencionó actualmente “un centenar de establecimientos de voluntariado” para esta experiencia de “equipamiento único” que “borra las desigualdades”. Es decir, entre 20 y 25.000 estudiantes. Para las comunidades que, como Niza, Perpiñán, Metz o la región de Auvernia-Ródano-Alpes, se declararon rápidamente interesadas en el proyecto del ejecutivo, que lleva un año en marcha, el experimento podría comenzar ya en primavera. Algunos también han desarrollado sus propios kits, sujeto a cumplir con las especificaciones marcadas por Educación Nacional. Empezando por “los principios de neutralidad y laicidad”, indica la guía enviada a las comunidades en diciembre. En Auvernia-Ródano-Alpes, donde se han identificado cinco escuelas secundarias, Laurent Wauquiez, presidente regional (LR), dibujó el 21 de diciembre desvelando su proyecto: un polo azul marino y un jersey del mismo color, con la marca discreta Bandera francesa y logotipo de la región de Auvernia-Ródano-Alpes.
Para otras comunidades interesadas, el gobierno quiere simplificarles la vida con este kit desarrollado por él. El conjunto será mixto “para evitar las polémicas que, a pesar de todo, es probable que surjan”, confía una persona cercana al expediente. Por tanto, no hay elección entre pantalón o falda.
El uniforme elegido es sencillo, sobrio y “sportswear”, alejado de los estrictos outfits de determinados establecimientos contratados o del tradicional blazer inglés y otros uniformes asiáticos. Con esta operación llave en mano, el Gobierno quiere “reducir la logística para los establecimientos y los padres”. También pretende dar un impulso a la experimentación deseada por el presidente Macron y Brigitte Macron, más allá de las comunidades de derecha. Según France Info, de los cien establecimientos previstos, ya se han identificado unos sesenta, entre ellos 39 escuelas, 11 escuelas secundarias y 10 escuelas secundarias.
Los padres no tendrán que pagar nada. Este kit, dotado con 200 euros, será financiado a medias por las comunidades y el Estado. Cuando se conozca oficialmente la lista de comunidades interesadas, los ayuntamientos (para las escuelas), los departamentos (para las escuelas secundarias) y las regiones (para las escuelas secundarias) serán invitados a ponerse en contacto con las tres empresas que han trabajado en el desarrollo de este equipo “hecho”. en Francia”. Entre ellos, una pequeña empresa especializada en uniformes escolares, un nombre conocido del sector textil francés y una empresa etiquetada como “sostenible”. Un “scratch” permitirá a las comunidades que deseen añadir un toque personal.
¿Puede el uniforme afectar el clima escolar y el rendimiento estudiantil? Como aclaró el presidente Macron el 16 de enero, el experimento será evaluado. Para ello, se lanzó una convocatoria de proyectos a la dirección del laboratorio de investigación. Se financiará con 100.000 euros.