Violencia en la carretera: todo el mundo la vive y la ve. Pero la fundación Vinci Autoroute lo midió preguntando a los conductores sobre su comportamiento. Así, el 67% de los encuestados admite haber insultado a otros conductores, el 32% dice que «choca» deliberadamente el vehículo de otro conductor que les molesta o incluso el 55% toca la bocina sin querer a los usuarios que les molestan. el decimocuarto barómetro que publica en exclusiva Le Figaro. Un estudio que, como en años anteriores, plantea las mismas preguntas a los conductores de once países europeos, entre ellos Alemania, Bélgica, España, Polonia y Eslovaquia… Los resultados recopilados proporcionan una media europea interesante que permite situar a los franceses en relación a sus vecinos.
Esta comparación difícilmente favorece a los franceses que, obviamente, son más agresivos y violentos. Así, si el 67% de ellos insulta a otros usuarios de la vía, la tasa desciende al 52% en el resto de Europa. El 55% de los automovilistas franceses tocan la bocina sin querer a los conductores que les molestan, frente al 50% en los países vecinos. Sin embargo, sería un poco menos probable que los franceses llegaran a las manos. El 18% dice que baja de su vehículo para hablar con otro conductor frente al 21% de media en otros países.
La violencia que atraviesa nuestro país en muchas formas obviamente se extiende a las carreteras. “El comportamiento al volante, un espejo de los fallos de la sociedad”: tal es el título de esta nueva encuesta. “Todos estos datos reflejan la violencia cotidiana que no está reservada sólo a los conductores. Vemos que afecta a casi todos los conductores. Y si miramos los resultados de años anteriores, se mantiene constante en un nivel constantemente alto que no decae”, señala Bernadette Moreau, delegada general de la Fundación Vinci Autoroutes. “Y estas incivilidades, estos gestos inapropiados que en realidad pueden parecer triviales, tienen graves consecuencias. Porque quien los sufre reacciona y se vuelve violento. Estamos en una espiral peligrosa que a veces conduce a accidentes”, afirma.
Lejos de la conducción tranquila deseada para la seguridad vial, el clima de tensión es tal que «el 88% de los conductores franceses dicen tener miedo del comportamiento agresivo de otros conductores, frente al 83% de los conductores europeos», se lee en el estudio. Otro dato preocupante que aportan estas cifras: la desatención. El 87% de los usuarios afirma que en ocasiones desvía la mirada de la carretera durante más de 2 segundos cuando está al volante. Sin embargo, señalan los autores del barómetro, “a 130 km/h, 2 segundos sin mirar a la carretera son 72 metros recorridos a ciegas”. En cuatro años, la tasa ha aumentado un 13%, destaca el estudio.
Una falta de atención ligada en gran medida al uso del smartphone durante la conducción en todas sus funcionalidades: conversaciones telefónicas, mensajería instantánea, correo electrónico, aplicaciones, GPS… Un uso que avanza inexorablemente, subraya el estudio. “Estos resultados demuestran una vez más que tenemos dificultades para desconectarnos cuando conducimos”, comenta Bernadette Moreau.
Así, el 78% de los franceses afirma utilizar su smartphone o programar su GPS mientras conduce. El 65% afirma utilizar el teléfono mientras conduce, cifra que ha aumentado un 3% en un año, mientras que el 10% de ellos admite haber estado ya cerca de un accidente. “Pero incluso cuando se hace una llamada a través de Bluetooth, como ocurre con el 59% de los conductores, la atención a la carretera disminuye”, recuerda el director de la fundación. Y las prácticas ilícitas continúan: el 16% admite utilizar auriculares o conversar con el smartphone en la mano (20%). En este ámbito, los vecinos europeos son aún más reacios: las tasas respectivas alcanzan un máximo del 31% y el 24%. El 10% de los conductores franceses ya ha sufrido, o casi ha sufrido, un accidente por utilizar el teléfono mientras conduce. En términos de conductas de riesgo bastante alarmantes, el estudio señala que “el 50% configura su GPS mientras conduce, es decir, un aumento del 12%. En comparación con 2018, el 30% envía y/o lee SMS o correos electrónicos, el 13% de los trabajadores participa en reuniones telefónicas de trabajo mientras conduce y el 7% ve películas o vídeos en su teléfono inteligente o tableta mientras conduce.
Por último, el flagelo de la conducción con sueño está lejos de resolverse: el 43% de los conductores afirman salir a la carretera cuando se sienten muy cansados. Esta deuda de sueño, que era la principal causa de accidentes mortales en las carreteras, ha pasado al segundo lugar, destronada por otra lacra: las drogas, el alcohol y los medicamentos. A pesar de muchas campañas de prevención, el 9% de los conductores admite “que a veces se pone al volante en estado de ebriedad”. La tasa incluso aumenta un 26% entre los hombres de 25 a 34 años. El 15% admite haber conducido mientras había tomado medicamentos que podrían afectar su estado de alerta. Finalmente, el 4% (el 16% entre las personas de 25 a 34 años) emprenden el viaje después de fumar cannabis.