En Mayotte
“Fallaste.” “Destruiste la isla”. En los muelles de Mamoudzou, Gérald Darmanin es recibido con gritos y silbidos. “Mayotte enojada”, cantan los manifestantes reunidos frente al cartel “Mayotte es francesa y lo será para siempre”, que se encuentra a la entrada de la terminal del ferry. Este domingo 11 de febrero, la ministra del Interior y la nueva ministra delegada para los Territorios de Ultramar, Marie Guévenoux, vinieron a anunciar nuevas medidas para calmar el enfado de los habitantes y poner fin a la crisis social que paraliza la isla desde enero. 22.
A su llegada, en la pista del aeropuerto, Gérald Darmanin anunció el fin de los derechos territoriales en Mayotte. “Estamos aquí para dar respuestas”, aseguró el ministro del Interior. Hemos tomado una decisión radical, como parte de una revisión constitucional. Ya no será posible volverse francés si no eres hijo de padres franceses”. El objetivo: reducir significativamente el atractivo del territorio para los inmigrantes procedentes de África.
Al mismo tiempo, se lanzará una nueva operación “a gran escala” para luchar contra la inmigración ilegal y la delincuencia, prometió el Ministro del Interior, que llegará con 15 soldados del GIGN para una operación de “doble golpe”. La oportunidad de recordar también que hay “más policías y gendarmes en Mayotte que en Lille, Lyon y Marsella juntas”.
Basándose en las nuevas medidas de la ley de inmigración, que han endurecido las condiciones para la reagrupación familiar en Mayotte, el gobierno espera también reducir los permisos de residencia en un “90%”. “Hoy hay un cambio radical. Anteriormente, era necesario estar presente en el territorio nacional durante 18 meses y disponer de un permiso de residencia de un año para traer a su familia. Ésta es una de las razones de esta importante inmigración a Mayotte, que perturba los servicios públicos”, considera Gérald Darmanin. A partir de ahora, la condición es residir en el territorio durante tres años y disponer de un permiso de residencia de al menos cinco años.
Otra medida muy esperada: el fin del visado territorializado que se votará en el marco de la próxima ley de Mayotte. Hoy en día, los titulares de un permiso de residencia en el archipiélago no pueden llegar a Francia continental ni a otros territorios franceses. La retirada de este visado es una de las principales reivindicaciones del colectivo “Fuerzas Vives”, a iniciativa de los controles de carreteras que paralizan el territorio desde hace tres semanas para protestar contra la inseguridad y la inmigración. “Estamos experimentando una inmigración masiva. Todos los servicios públicos están saturados. ¡Es una preocupación mahoresa desde hace más de diez años!”, estima Zaidou Bamana, asesor del colectivo.
El carácter excepcional de estas medidas, sin embargo, no convenció a los manifestantes reunidos para la llegada del ministro. “No es suficiente, vivimos violencia todos los días. Incluso por la mañana, cuando salimos a trabajar, estamos colocados. No estamos seguros en nuestros hogares. No es habitable”, afirma Hadidja (1), frente a una pancarta con un mensaje claro: “No a la integración de los inmigrantes en la educación”. Una observación compartida por Eirini: “Los anuncios son alentadores, pero estamos esperando ver las acciones. Estas medidas deben ir seguidas de una ley, que debe aprobarse… Esto llevará tiempo y no cambiará nuestra vida cotidiana de inmediato. Francia es una de las mayores potencias del mundo, todavía debe poder hacerse con este trozo de piedra”, afirma la joven, que llegó al territorio hace siete años.
A pesar de “estos fuertes anuncios”, según el diputado Mansour Kamardine, el levantamiento de los bloqueos de carreteras es, por tanto, incierto. “Se han hecho los anuncios, pero estamos esperando resultados concretos. ¿Cuándo se aplicará la ley de Mayotte? Estamos esperando un calendario”, insiste Zafira Ahmed, miembro de las “Fuerzas Vives” y representante de la presa de Mtsamboro. Después de casi tres horas de debate con representantes del colectivo y de los electos locales, Gérald Darmanin anunció que les enviaría a ellos y a los electos una carta de compromiso sobre el proyecto de ley de Mayotte. “Entendí que después de recibir esta carta se levantarían los bloqueos”, dijo.
Mansour Kamardine, por su parte, agradece “la movilización ciudadana que permitió obligar al gobierno a tomar las medidas solicitadas desde hace años por los cargos electos”. Sin embargo, subraya que “es necesario pasar de los anuncios a su aplicación, lo más rápidamente posible, para que las medidas anunciadas no se conviertan rápidamente en habituales promesas vacías”.
Mientras tanto, levantar los bloqueos es cada vez más urgente para la población. “Es una situación extremadamente difícil para los mahorais”, reconoce Gérald Darmanin. Las represas perjudican a la isla “ante todo económicamente, pero también generan violencia”, recuerda. Con piedras, enfrentamientos y en ocasiones saqueos cerca de los bloqueos. En materia de salud, “la falta de recogida de residuos plantea problemas de insalubridad y enfermedades”, considera el Ministro del Interior.
Sobre todo, estos controles de carreteras impiden que las ambulancias salgan de Mamoudzou y que ciertos cuidadores se dirijan a su lugar de trabajo. El 29 de enero, Jean-Mathieu Defour, director general del centro hospitalario de Mayotte (CHM), advirtió que sólo “el 50% del personal del hospital estaba presente”. “La movilidad de los cuidadores se ve gravemente obstaculizada y las conexiones entre nuestros diferentes centros son imposibles”, expresó alarma, mientras que el hospital ya experimenta importantes dificultades de contratación, debido a la falta de atractivo del territorio.
Al mismo tiempo, la mayoría de las escuelas llevan cerradas tres semanas. En una carta dirigida al personal de la academia el 7 de febrero, el rector admitió su “preocupación por el número de días escolares perdidos, las necesidades de los estudiantes y las dificultades que encontraremos para que los estudiantes regresen al trabajo”, enfatizando, en una carta anterior, que “al ingresar a sexto grado, menos de uno de cada dos estudiantes (47%) es capaz de leer 70 palabras por minuto, aunque este es el nivel de fluidez normalmente esperado al final del CE1.
Al mismo tiempo, los lineales de los supermercados se van vaciando poco a poco. Desde el 7 de febrero se ha construido una nueva presa cerca del puerto de Longoni, que cubre el 65% de las necesidades alimentarias de la isla, según un estudio de Ademe. “Nuestro colectivo consideró que era necesario levantar barricadas en lugares estratégicos para que los mahorais pudieran ser escuchados. Si el corazón económico de la isla se ve amenazado, las autoridades acabarán reaccionando”, predijo el viernes pasado Abdou Badirou, portavoz de Fuerzas Vives. En muchas tiendas se avecina escasez.
(1) Se ha cambiado el nombre.