¿Un muro en Mayotte para contener la llegada de inmigrantes ilegales? Ésta es la idea de este “telón de acero” marítimo de vigilancia tecnológica que el Estado francés quiere instalar alrededor de la isla. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, lo anunció a principios de febrero, en vísperas de un viaje al 101 departamento francés. “Con el Ministro de las Fuerzas Armadas, muy pronto pondremos un “telón de acero” en el agua, que impedirá el paso de kwassa-kwassa y de barcos”, declaró el anfitrión de Beauvau, refiriéndose a “mucho más”. medios de interceptación, radares… Verán un cambio radical”, prometió el Ministro.
El subprefecto responsable de la lucha contra la inmigración ilegal en Mayotte publicó esta semana once solicitudes de información exigiendo a los fabricantes un gran arsenal de tecnologías de vigilancia. La lista de dispositivos incluye cámaras de alta precisión, radares para detectar barcos que lleguen desde Comoras y África Oriental, independientemente de su tamaño, y balizas de geolocalización que, gracias a la inteligencia artificial, proporcionarán la posición exacta del barco y su hora de llegada al la isla.
Porque las llegadas de inmigrantes por mar representan un desafío para la policía de fronteras. En 2022, se podrían interceptar 571 embarcaciones que transportaban a 8.000 migrantes. Pero esto es sólo la punta del iceberg. Las redes de contrabando, firmemente estructuradas, consiguen engañar la atención de las fuerzas del orden, favoreciendo los cruces nocturnos o en condiciones meteorológicas desfavorables para escapar de los radares. “El territorio está en parte corrompido por múltiples actores dentro y fuera del agua, como algunos pescadores que advierten de la presencia de la gendarmería marítima”, o incluso taxis que se hacen cargo del transporte de inmigrantes una vez en tierra, explicó el fiscal de Mayotte, Yann Le Bris, durante una entrevista. aparición inmediata en 2023.
Los mahoraíes acogen con satisfacción el refuerzo de los medios tecnológicos para una mejor interceptación. “Mayotte está impaciente por la implantación de este telón de acero en el mar”, reacciona a Le Figaro Estelle Youssouffa, diputada del departamento de Liot. “Barcos cargados de inmigrantes ilegales llegan todos los días a nuestras playas, ya es hora de que el Estado finalmente movilice tecnologías, barcos y personal militar para proteger nuestra frontera”.
Para controlar este “telón de acero”, el ejecutivo anunció la creación de un centro de mando de vigilancia marítima gestionado por el Estado Mayor de Lucha contra la Inmigración Ilegal (EMOLIC), cuyas operaciones en el mar son coordinadas por la Armada Nacional. El comando será, por tanto, un centro militar que se apoyará en tecnologías de vanguardia para detectar todos los barcos que se acerquen a la isla, desde los cargueros hasta las lanchas rápidas e incluso los kwassa kwassa (barcos pesqueros utilizados por los contrabandistas para trasladar a emigrantes ilegales).
Este sistema cívico-militar es una continuación de la Operación Shikandra, lanzada en 2019 y de la que la primera ministra Elisabeth Borne anunció el lanzamiento de la fase 2 el pasado mes de diciembre. Beauvau precisó que esta fase 2 consistiría en “una nueva ola de inversiones en herramientas tecnológicas (radares, recursos marítimos, etc.) que permitan detectar y detener a los inmigrantes en el mar”.
Así, se comprometerán varios cientos de millones de euros entre 2024 y 2027 en el marco de un contrato de compromiso financiero entre el Estado y el departamento. “Invertiremos masivamente en la protección de fronteras con nuevas herramientas de detección e interceptación”, prometió Gérald Darmanin.