La propuesta de celebrar un gran debate en el Salón Agrícola, finalmente abortada tras las polémicas, sigue causando revuelo. Tras la polémica suscitada por la mención de la participación de los Levantamientos de la Tierra en este debate (según informaciones transmitidas por asesores del Elíseo a la prensa), Emmanuel Macron se defendió airadamente de los periodistas el sábado por la mañana.
“Niego completamente esta información”, declaró el jefe de Estado. Totalmente. Nunca pensé en iniciar tal invitación. Y estáis hablando con el Presidente de la República, que ha asumido la responsabilidad de hacer aprobar en el Consejo de Ministros la disolución del Levantamiento de la Tierra”, declaró el presidente francés a los periodistas. El Consejo de Estado finalmente anuló la decisión de disolver el movimiento. “Toda esta historia me enojó hasta un punto que no se puede imaginar (…) Así que eso es una tontería”, añadió sin embargo.
Pero el sábado por la tarde, los Levantamientos de la Tierra replicaron que “es falso”: según el movimiento, el Eliseo efectivamente consideró invitarlos a este debate.
“El Elíseo, a través de los despachos de Pascal Canfin y Gabriel Attal, intentó contactar a miembros de los Levantamientos de la Tierra para invitarnos a este debate. En efecto, el jueves 22 de febrero, a partir de las 18 horas, un eurodiputado de la EELV confirmó haber transmitido el número de teléfono de uno de nuestros portavoces al despacho de Pascal Canfin (RE), encargado de servir de enlace con el Elíseo para invitarnos a esta gran debate”, especifica el movimiento.
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Quien agrega: “Miembros del gabinete de Gabriel Attal contactaron a un responsable político nacional de EELV, con el fin de encontrar un contacto con los Levantamientos de la Tierra. Esto está en línea con los anuncios del Elíseo sobre nuestra invitación, durante la conferencia de prensa del jueves 22 de febrero”.
Los Levantamientos de la Tierra precisan además en su comunicado de prensa que en cualquier caso no habrían participado en este debate: “nunca nos habríamos permitido una farsa que no tiene otro objetivo que extinguir la rebelión agrícola en curso.
