Después de afirmar que ponía fin a los derechos sobre la tierra en Mayotte, el ministro del Interior y Territorios de Ultramar, Gérald Darmanin, también anunció este domingo, desde el archipiélago de Mahorais, la abolición de los «visados territorializados».
Este sistema, específico de este territorio del Océano Índico, impide actualmente a los titulares de un permiso de residencia en Mayotte viajar a Francia continental [artículo L441-8 del Código de entrada y estancia de extranjeros y del derecho de asilo, ndr.]. De hecho, estos permisos de residencia sólo son válidos en Mayotte. Gérald Darmanin desea así permitir a los extranjeros que tengan un permiso de residencia en Mayotte circular libremente por el territorio francés.
Para justificar esta destitución, el ministro del Interior vincula directamente el fin de los derechos territoriales en Mayotte, lo que, según él, «cortará el atractivo» del archipiélago. «Actualmente, los extranjeros pueden solicitar un permiso de residencia como «padres de un niño francés», de un niño extranjero nacido en Mayotte y que pasa a ser francés en aplicación de la ley del suelo», explica una fuente del Ministerio del Interior. La admisión para permanecer en Mayotte es principalmente familiar y representa el 90,5% de los permisos de residencia expedidos por la prefectura en 2019. Así, “como tendremos muchos menos permisos de residencia y ya no tendremos la posibilidad de ser franceses cuando vengas a Mayotte, Los visados territorializados ya no son necesarios”, aseguró el inquilino de la plaza Beauvau.
Este argumento, sin embargo, queda truncado, afirma un académico experto en cuestiones de asilo e inmigración. Porque el archipiélago del Océano Índico resulta atractivo principalmente para los inmigrantes, especialmente de las Comoras, “debido a la diferencia en el nivel de vida entre los dos archipiélagos. Se trata de ingresos, con brechas de 1 de cada 10, pero también de la presencia de maternidades y escuelas”, precisa el especialista. La cuestión de la nacionalidad ocupa un segundo lugar y debe considerarse a más largo plazo, asegura. Además, “la ley de 2018, ya restrictiva en cuanto a la obtención de la nacionalidad, no tuvo ningún efecto sobre el atractivo del archipiélago y al mismo tiempo dificultó la obtención de la nacionalidad”.
Pero con este anuncio, el gobierno responde sobre todo a una de las principales reivindicaciones de los colectivos de residentes enojados de Mayotte, que paralizan la isla desde hace varias semanas. Con ello, el inquilino de la plaza Beauvau intenta tranquilizarlos con la esperanza de reducir la presión migratoria.
Al mismo tiempo, en un vídeo publicado por el Ministro del Interior sobre Mayotte, podrá ser repatriado a Francia.
Sin embargo, esta promesa, que parece un anuncio, no es nueva. De hecho, las personas que han obtenido asilo, concedido a personas amenazadas en su país de origen, ya tienen derecho a circular libremente en territorio francés. En realidad, el gobierno quiere mostrar a los ciudadanos su movilización: “En este momento también se está llevando a cabo el traslado de 50 personas”, asegura a Le Figaro una fuente del Ministerio del Interior. Una señal de que el inquilino de la plaza Beauvau quiere demostrar a los habitantes de Mayotte que los ha escuchado.