El policía acusado de haber matado al joven Nahel tras una negativa a cumplir en Nanterre probablemente no esperaba tanto entusiasmo. Y, sin embargo, el kit de apoyo, abierto por iniciativa del ex zemmourista Jean Messiha, roza el millón y medio de euros en donaciones a principios de semana. A modo de comparación, el destinado a la familia de Nahel acaba de cruzar penosamente los 350.000 euros.
Lea también Disturbios tras la muerte de Nahel: ¿es legal el gatito para la familia del policía?
Lo que despierta la ira de gran parte de la izquierda, que grita «provocación». Este es el caso del coordinador de La France Insoumise, Manuel Bompard, quien dijo estar “escandalizado” este martes 4 de julio en France Info. “No hay que olvidar que hace una semana mataron a un joven”, y que una “familia” está “de luto”, respira el mélenchoniste. El día anterior, ya, su colega Clémence Guetté se había indignado ante esta progresión exponencial, calificada de «indecencia y horror absoluto».
El domingo, la jefa de diputados de Insoumis, Mathilde Panot, había ordenado desde su cuenta de Twitter que el minino fuera «borrado de inmediato». Y recordar que en 2019 se había «clausurado en menos de 48 horas» una iniciativa similar «para el boxeador de chalecos amarillos Christophe Dettinger», de acuerdo con la petición expresada en particular por miembros del Gobierno. “Lo hemos cerrado en la medida en que apoya un acto que es al menos delictivo”, había justificado entonces Marlène Schiappa.
Esta posición es compartida dentro de Nupes, en particular por socialistas y ecologistas. El jefe del PS, Olivier Faure, llamó así a GoFundMe, el sitio que alberga la suma recaudada, para cerrar «el gatito de la vergüenza». Por su parte, la diputada de la EELV del Ródano, Marie-Charlotte Garin, también cree que es responsabilidad de la plataforma prohibirla, porque “al permitir esto, premia un delito”.
Menos virulento, el secretario nacional del PCF, Fabien Roussel, ve en ello igualmente «un giro en la sociedad que hoy viene a alimentar una olla de más de un millón de euros para un policía detenido por un homicidio voluntario».
A la derecha, el jefe de los diputados de LR, Olivier Marleix, se dijo “incómodo” con la importancia que toman estas distintas ollas en el debate político. “No corresponde a las plataformas digitales reemplazar a la justicia”, advierte el diputado de Eure-et-Loir. El parlamentario insiste en la necesidad de medir adecuadamente el carácter «anecdótico» de estas recaudaciones de dinero ante el «salvajismo vivido en el país» durante todos estos días de violencia. Esto, mientras que el presidente de los republicanos, Éric Ciotti, juzgó que un gatito destinado a mantener a la familia de un policía en apuros no era ni «escandaloso» ni «contrario» a sus principios.
Un tono ligeramente diferente al de los nacionalistas, que no fueron especialmente verbosos en el tema. Preguntado sobre RFI el martes, el diputado de RN, Jean-Philippe Tanguy, trató de dar una explicación del éxito popular de la iniciativa: «Más allá del policía implicado en el caso Nahel, es el apoyo del corazón de los franceses hacia sus fuerzas del orden».
Al término de una reunión con todos los grupos parlamentarios, la primera ministra Élisabeth Borne insistió en que solo la justicia era competente para pronunciarse sobre la legalidad de este minino. “El hecho de que efectivamente sea una persona cercana a la extrema derecha quien lanzó este minino no contribuye sin duda alguna a apaciguar”, sin embargo juzgó el jefe de Gobierno.