Los Liots se están preparando para que se vuelva a hablar de ellos. Unas horas antes del discurso de política general de Gabriel Attal ante la Asamblea Nacional, el jefe del grupo, Bertrand Pancher, quiere obligar a cualquier nuevo primer ministro a buscar un voto de confianza, según informaciones de Politico Playbook confirmadas por Le Figaro. Una tradición a la que el jefe de Gobierno, al igual que su predecesora, Élisabeth Borne, no se someterá este martes en el hemiciclo.

En este proyecto de ley constitucional, consultado por Le Figaro, Bertrand Pancher quiere que el Primer Ministro «comprometa su responsabilidad de gobierno con su programa» ante la Cámara Baja «dentro de los diez días» siguientes a su nombramiento. «En todas las democracias que nos rodean, cada vez que hay un nuevo gobierno, hay un voto de confianza», explica el electo de Mosa, que desea «reequilibrar las instituciones». El texto, transmitido el lunes por la tarde a los parlamentarios, aún debe recoger «firmas» antes de ser presentado en los «próximos días», asegura. Los diputados ecologistas, entre ellos Julien Bayou, ya apoyarían la iniciativa transpartidista. «Todavía parece perfectamente normal que un primer ministro pida confianza y que cuando pronuncie su discurso de política general, el Parlamento pueda decir, o no, si está de acuerdo», subraya la electa EELV Sabrina Sebaihi, que también podría ser cofirmante de este texto. del grupo Liot

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Pero si todos los grupos Nupes apoyarían la iniciativa, los otros movimientos representados en el Palacio Borbón parecen mucho menos solidarios. “No firmaremos ni votaremos sobre esto. Sería un gol contra nuestro bando”, afirma un funcionario electo de la mayoría relativa. El mensaje es el mismo del lado republicano. “Esto no tiene sentido cuando sabemos que hay configuraciones políticas en las que no hay mayoría absoluta y en las que el gobierno no puede, por tanto, obtener la confianza del Parlamento. Desde este punto de vista, la Constitución está bastante bien hecha”, afirma el presidente del grupo LR en el Palacio Borbón, Olivier Marleix. “¿Cuál es el objetivo de este texto? ¿Cómo cambiaría esto la vida de los franceses?”, responde Renaud Labaye, secretario general del grupo RN en la Asamblea.

Por tanto, el texto no tendría ninguna posibilidad de ser apoyado en la Asamblea Nacional. Sobre todo porque la propuesta debería votarse en los mismos términos en el Palacio Borbón y en el Senado. Incluso en el caso de una adopción sorpresa, tendría que someterse a referéndum. Un escenario que nunca se ha hecho realidad desde 1958, ya que ninguna propuesta de ley constitucional ha tenido éxito. Nada que desanime al grupo de independientes, que pretende incluir su texto en la agenda durante una “semana transpartidista” o durante su nicho parlamentario, previsto para el próximo junio. Manera, según Bertrand Pancher, de “abrir el debate”. El pasado mes de abril, el heterogéneo grupo ya había aparecido en los titulares con su propuesta de ley destinada a derogar la reforma de las pensiones.