Hubo cerca de 20.000 espectadores para ver a la banda de Guillaume Gille marcar con hierro candente a los suecos en Estocolmo. Los franceses, dominando de principio a fin, se impusieron 31-26 a los locales.
La selección de Francia siempre ha estado en cabeza y nunca ha bajado el marcador. Los azules ganaban de 4 al descanso (16-12) y se asustaron en la mitad del segundo tiempo. Pero al final del partido, los suecos se derrumbaron físicamente y los Habs aprovecharon para volar.
El único punto negro en el tablero para Guillaume Gille: la lesión de Elohim Prandi al final del partido, que cayó con fuerza sobre su hombro derecho.
Los franceses tienen una cita con la historia y Dinamarca este domingo para colgar una nueva estrella en su camiseta.