El entrenador del Chelsea, Graham Potter, dijo que estaba listo para asumir el «desafío» de la segunda mitad de la temporada, cuando el club está décimo en la Premier League pero acaba de romper el banco al gastar 300 millones de euros durante la ventana de transferencia de invierno. “Es un desafío para mí, por supuesto, para la gerencia, para todos en el club, pero es motivador. Tenemos muchos jugadores muy buenos”, se regocijó este jueves en rueda de prensa el técnico inglés, en la víspera del recibimiento al Fulham en la jornada 22.
El técnico de los Blues, que ocupan sólo la décima plaza de la Premier League a diez puntos del Top 4, cuenta con las numerosas incorporaciones invernales y el regreso de los lesionados «para atacar la segunda parte de la temporada». «Estamos tratando de construir algo para el presente y el futuro», dijo Potter, respondiendo a las críticas sobre la costosa política de transferencias del Chelsea.
Tras los 300 millones de euros gastados este verano, los nuevos propietarios del club, encabezados por el estadounidense Todd Boehly, gastan la misma cantidad este invierno, batiendo notablemente el récord de mayor traspaso en la Premier League (121 M EUR) para el argentino campeón del mundo. Enzo Fernández. El club londinense ya había gastado 100 millones de euros, bonos incluidos, para hacerse con los servicios del extremo ucraniano Mykhailo Mudryk, procedente del Shakhtar Donetsk, o 40 millones de euros por el francés Benoît Badiashile. En total, los Blues ficharon a ocho jugadores en enero.
En el sentido de las salidas, si se ha anotado la del centrocampista italiano Jorginho en el Arsenal, ha fracasado la cesión de Hakim Ziyech al Paris SG al haberse transmitido demasiado tarde su contrato. Además de la llegada de nuevos jugadores, los Blues registran el regreso tras una lesión de sus internacionales ingleses Reece James, Ben Chilwell, Raheem Sterling y Ruben Loftus-Cheek. La plantilla más hinchada que nunca llevará a Potter a tomar decisiones, mientras que el calendario se ha reducido tras la eliminación del club londinense en la FA Cup y la Copa de la Liga.
Aún en la carrera por la Champions League, el Chelsea viajará a Dortmund el 15 de febrero en el partido de ida de los octavos de final. «Necesitamos crear un ambiente donde la competencia sea sana y donde haya emulación, entendiendo que a veces habrá frustración porque solo pueden jugar once jugadores», explicó Potter, quien llegó al club en septiembre procedente de Brighton.