En el Parque de los Príncipes

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Era esperado, no defraudó. Y, sobre todo, fue uno de los pocos parisinos que no se arrepintió del viaje al Parque de los Príncipes el martes por la noche, en pleno día de los enamorados. Milagrosamente recuperado de su lesión en el muslo, con una semana de antelación, el delantero de 24 años puso en marcha a la afición nada más entrar en el partido, en el minuto 57, antes de transformar el juego de su equipo y estar muy cerca de marcar el gol. gol del empate al final del partido (83º). Apenas tardó unos centímetros… «Es el nuevo fútbol, ​​está el VAR, si hay fuera de juego, hay fuera de juego, no hay problema», apuntó el afectado ante las cámaras de Canal. La grada del Parque no ha dejado de aclamar a su gladiador antes, durante y después del encuentro. Todo recaerá sobre él dentro de tres semanas en el partido de vuelta, el 8 de marzo, en el Allianz Arena.

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En homenaje a los desaparecidos por el terremoto de Turquía y Siria de los últimos días, los más de 45.000 espectadores en el Parque de los Príncipes respetaron íntegramente un minuto de silencio la noche del martes, justo antes del encuentro. Un momento de recogimiento colectivo que no ha sido perturbado por los imbéciles de siempre ávidos de romper el silencio. Para una secuencia fuerte en emoción.

Es una escena rara. Suficiente para estar subrayado. Si se les pasó el tema durante el encuentro, Lionel Messi y Neymar Jr lo terminaron con nota alta. Entiende que fueron a saludar al recodo de Auteuil, donde se encuentra el Collectif Ultras Paris, con el resto de sus pequeños camaradas, Marquinhos a la cabeza. Sabemos que las relaciones entre los dos exbarceloneses y la CUP están frescas desde los pitidos que sufrieron tras la eliminación ante la Real el año pasado. ¿La imagen puede ser un presagio del calentamiento global?

Hablando de las gradas y de la curva de Auteuil, no podemos ignorar la calidad de la animación en la CUP, este gigantesco tifo antes del saque inicial del encuentro. Vimos una lona XXL alrededor de Luffy, personaje del famoso manga «One Piece», que reparte puñetazos en cascada, incluido uno que aplasta el logo del Bayern. Sabemos que los aficionados del PSG suelen encontrar su inspiración en los cómics japoneses, con el recuerdo de varios tifos de Dragon Ball Z. El espectáculo no estuvo a la altura en el terreno de juego. Al menos no antes del último cuarto de hora. Pero en la grada, hubo nivel. Tenga en cuenta que los muchos aficionados del Bayern se han tomado la molestia de quejarse del precio de las entradas al Parque. “¿70€? Todavía no somos Neymar. 20 ya es mucho”, decían en una pancarta.

GOLPE DE GARRA

De acuerdo, el PSG está en la dura. De acuerdo, algunos jugadores están lejos de su estado físico óptimo. ¿Es eso suficiente para explicar la indigente hora de juego que ofrecen las tropas de Christophe Galtier? Hasta que entró en juego Kylian Mbappé (57º), nos aburría ver este París-SG, formado por dos líneas de cuatro, esperando la chispa de Neymar y Lionel Messi. Chispa que nunca llegó. Y quién no iba a venir, excepto para imaginárselos regateando a tres o cuatro jugadores antes de aparecer frente a Sommer… ¿Tantos entrenamientos, tanto talento e inversión para ofrecer tan poco en los octavos de final de la ida C1? Esto es demasiado poco para un candidato al título. Especialmente bajo los ojos del Emir de Qatar, quien debe estar preguntándose a dónde va su dinero.

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A fuerza de hablar de la falta de profundidad ligada a la ausencia de Kylian Mbappé en el saque inicial, podríamos olvidar que el Bayern tampoco tenía flechas en el campo. Por su parte, los de Julian Nagelsmann impusieron su dominio gracias a su maestría en el mediocampo. Marco Verratti claramente no está en lo más alto, al pobre Warren Zaire-Emery no le ayudó un posicionamiento excéntrico, Danilo Pereira no es un técnico de primera, Carlos Soler brilló especialmente en los puntos de sombra… Sin grandes técnicos, no grandes guerreros tampoco, no mucho de hecho. En definitiva, el entorno parisino se llevó el caldo, con balón, sin balón, en los duelos. El gran vacío en el corazón del juego, como suele suceder. Además, Neymar y Messi bajaron menos de lo habitual ya que también tenían que asegurarse delante. A este nivel, no puedes ser dominado así en el medio, es perfectamente imposible. París pagó por ver.

Según los seguidores alemanes, el Bayern vivió este martes en el Parc uno de sus peores partidos de la temporada. Confirmamos. Esto hace que la derrota parisina sea aún más exasperante. Mais si le club bavarois a dominé la partie pendant une heure, en ouvrant logiquement le score grâce à Coman qui n’a pas voulu célébrer son but en raison de son passé de «Titi», l’impression générale n’a pas subjugué plus que eso. Ofensivamente no es ultraespectacular y el centrocampista no es una apisonadora. Defensivamente, destacar la buena actuación de los franceses Upamecano-Pavard, aunque este último pudo evitar una segunda amarilla sinónimo de expulsión al final del partido. A la vuelta, Julian Nagelsmann tendrá que prescindir de él.