Rachas excepcionales y fuertes lluvias. La Isla de la Reunión fue azotada este lunes 15 de enero por un ciclón extremadamente violento que azotó por primera vez la costa noroeste. Para limitar los daños, los aproximadamente 870.000 habitantes de este territorio del Océano Índico están confinados hasta el martes por la mañana y se les insta a extremar la precaución.

Si la isla fue puesta primero en alerta púrpura, el nivel más alto de alerta, volvió a alerta roja a las 13:00 horas (hora local) de este lunes. Esto significa concretamente que los servicios de emergencia -y sólo ellos- vuelven a estar autorizados a circular por la isla. Los residentes deberán permanecer encerrados en sus casas hasta el martes por la mañana. ¿Pero de dónde viene este peligro?

“Los ciclones se forman en las zonas tropicales”, explica Gilles Matricon, meteorólogo de La Chaîne Météo*. Es en estos lugares donde encontramos las aguas más cálidas. Sin embargo, para que se formen, “la temperatura de la superficie debe ser superior a 26°C y estar a una profundidad de al menos 50 metros”, continúa el especialista. La adición de humedad, como por ejemplo la evaporación, crea una acumulación de nubes que se organizan en forma circular, explica el meteorólogo.

A su paso, los ciclones provocan vientos excepcionales y fuertes lluvias. “Por ahora, hemos registrado ráfagas de 217 km/h en Piton Maïdo [pico de montaña a 2.200 metros sobre el nivel del mar, nota del editor]”, cita el especialista de Météo Chaîne. También se registraron vientos muy fuertes a lo largo de la costa, con rachas de 170 km/h en Saint-Denis.

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En la costa, las olas alcanzaron casi 10 metros, el equivalente a un edificio de tres o cuatro pisos. “También existe un fenómeno premium”, añade Gilles Matricon. Este aumento del nivel del mar está relacionado con la caída de la presión atmosférica y aumenta el riesgo de inmersión marina.

Y esto, mientras siguen cayendo fuertes lluvias en la isla. El especialista ya menciona una acumulación muy importante en las últimas 24 horas. “En este momento medimos casi 600 milímetros de lluvia en la llanura de Palmistes, en el centro de la isla. Esto es el equivalente a lo que cae en París en un año”, subraya.

Cuando el ciclón Belal llegó a la isla no había alcanzado un nivel de mayor intensidad, categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, como se temía. Aunque muy peligroso, Belal no ha superado la categoría 2/5, la de intensidad moderada, analiza más a fondo el especialista. Antes de detallar: “Fenómenos de tal intensidad, en la zona suroeste del continente indio, se producen alrededor de diez cada año”. Y en particular “en esta época del año, en plena temporada de huracanes”, de noviembre a abril, precisa el meteorólogo.

“Por lo tanto, este ciclón es particularmente notable, no por su intensidad, sino por su trayectoria. De hecho, afectó a la Isla de la Reunión, una zona habitada, justo en el corazón”, observa Gilles Matricon. Para encontrar un fenómeno de este tipo hay que remontarse a principios de 1989, cuando la isla fue azotada por el ciclón Firinga. También en este caso, la Isla de la Reunión fue atravesada de norte a sur por este fenómeno meteorológico muy potente, que causó graves daños materiales y humanos.

El ciclón Belal desviará ahora su trayectoria hacia el sureste y pasará frente a la costa de Mauricio, a unos cien kilómetros de distancia. Aunque las consecuencias serán ciertamente mucho menos importantes, «debemos ser cautelosos», insiste el experto.

*The Weather Channel es propiedad del grupo Figaro.