Veinte años ya desde que Pierre Rigal se lanzó a la coreografía, con una particularidad y un hándicap: no pertenecer al pequeño mundo de la danza contemporánea francesa que destaca en el mundo privado.

Pasó lo que tenía que pasar: una fama de outsider, por no decir amateur, proclamada por los expertos en saber bailar bien, hostil a los aguafiestas: es decir, a los que no son del círculo íntimo. Evidentemente se equivocaron: Dernier Minute, su compañía, lo demuestra cada semana con los fuertes aplausos del público y sus numerosas giras. Con dos destacados: Érection, creada en 2003 en Toulouse y Press, creada en 2008 en Londres.

El primer solo cuenta la historia de un hombre, desde su nacimiento hasta su muerte, y el segundo la de un humano atrapado entre cuatro paredes. Estas dos brillantes piezas merecen ser interpretadas por compañías de todo el mundo por su originalidad. Y luego vino la sorpresa de Aviñón en 2013: Bataille, con el excelente actor y bailarín Pierre Cartonnet.

2024 estará marcado por múltiples reposiciones de estos ballets y por tres grandes acontecimientos: del 9 al 12 de mayo, en Marsella, para la llegada de la llama olímpica. Rigal, ex corredor de 400 metros, creará para la ocasión Ballet Running para 250 corredores. Continuará, el 23 de junio, en Seine-Saint-Denis con un desfile de Bobigny a Pantin, el desfile On ne va pas se, diseñado con jóvenes bailarines y músicos locales. Finalmente, estará en París, del 11 al 13 de octubre, como parte del hermoso ciclo “Monumentos en Movimientos”, con Ronde. Ocho artistas actuarán en el Panteón para ilustrar este lugar.