Aviones de las fuerzas aéreas estadounidense y británica actuaron durante la noche del jueves al viernes, alrededor de las 00:30 horas, para atacar objetivos vinculados a los rebeldes hutíes en Yemen, aseguraron a Reuters cuatro responsables estadounidenses. Según informes, también se dispararon misiles de crucero Tomahawk desde barcos y submarinos que operaban en la región. Se registraron fuertes explosiones en el puerto de Hodeida y en Saná, la capital.

Joe Biden confirmó poco después que Estados Unidos y el Reino Unido habían “llevado a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación” en el Mar Rojo, evocando una acción “defensiva”. El presidente estadounidense advirtió además que “no dudaría” en “ordenar más medidas” si fuera necesario para proteger a Estados Unidos y el comercio internacional. El presidente estadounidense precisó que esta operación, llevada a cabo en respuesta a los ataques a buques mercantes en esta zona crucial para el comercio mundial, contó con el «apoyo» de Australia, Bahréin, Canadá y los Países Bajos.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, por su parte, habló de ataques “necesarios” y “proporcionados”. “A pesar de las repetidas advertencias de la comunidad internacional, los hutíes han seguido perpetrando ataques en el Mar Rojo, de nuevo esta semana contra buques de guerra británicos y estadounidenses. Esto no puede continuar (…) Por lo tanto, hemos tomado medidas limitadas, necesarias y proporcionadas en defensa propia”, declaró.

Estos ataques tuvieron como objetivo radares e infraestructuras de drones y misiles, con el fin de reducir su capacidad de atacar a buques mercantes en el Mar Rojo, subrayó el ministro de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. «Esta operación tiene como objetivo alterar y degradar la capacidad de los hutíes de poner en peligro a los marineros y amenazar el comercio internacional en uno de los pasajes marítimos más importantes del mundo», afirmó el jefe del Pentágono en un comunicado.

«Nuestro país se enfrenta a un ataque masivo por parte de barcos, submarinos y aviones estadounidenses y británicos», dijo el viceministro de Asuntos Exteriores hutí, Hussein Al-Ezzi, citado por los medios rebeldes. «Estados Unidos y Gran Bretaña deben prepararse para pagar un alto precio y soportar las graves consecuencias de esta agresión», amenazó. Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre entre Israel y Hamás, los rebeldes hutíes, cercanos a Irán y que controlan gran parte de Yemen, han intensificado los ataques en el Mar Rojo para obstaculizar el tráfico marítimo internacional, afirmando actuar en solidaridad con los palestinos en Gaza.

En respuesta, Estados Unidos ya había desplegado buques de guerra y creado en diciembre una coalición internacional para proteger el tráfico marítimo en esta zona por donde pasa el 12% del comercio mundial. Algunos armadores ahora están evitando la zona, lo que ha aumentado los costos de transporte entre Europa y Asia.