El ayuntamiento de París alza la voz. En un comunicado publicado este lunes, denuncia un nuevo proyecto de extracción de petróleo, autorizado por el Estado, en Sena y Marne, que, según ella, «amenazaría» las captaciones de su autoridad hídrica. Este proyecto “es un potencial desastre medioambiental, en un momento en el que los recursos hídricos están cada vez más amenazados”, afirma el ayuntamiento que dirige Anne Hidalgo.
Su operador, Eau de Paris, presentó un recurso provisional ante el tribunal administrativo de Melun para suspender el decreto prefectural del 30 de enero que autorizaba la apertura de las obras de la concesión de hidrocarburos de Nonville, a 80 kilómetros al sureste de la capital. Según el ayuntamiento, al igual que la empresa productora de petróleo Bridge Energies, la decisión debería conocerse en los próximos días.
En su solicitud, Eau de Paris considera que la ampliación del sitio de perforación existente compromete «la seguridad del suministro de agua potable a la ciudad de París», pero también «la biodiversidad» y «la lucha contra el cambio climático». Para Dan Lert, diputado para la transición ecológica y presidente de Eau de Paris, el gobierno está “jugando con fuego”: nada menos que 180.000 parisinos y Seine-et-Marnais reciben su agua potable de las dos cuencas situadas cerca del yacimiento petrolífero, en Villeron y Villemer.
La empresa Bridge Energies tiene una concesión para explotar el actual yacimiento hasta 2034 y ya explota tres pozos, abiertos entre 2012 y 2014. Obtuvo del Estado la apertura de otros dos, de 1.500 metros de profundidad, tras una investigación pública. En su opinión, la Autoridad Medioambiental hace un número importante de recomendaciones, entre ellas la de «analizar y prevenir los riesgos de accidente o acto doloso que provoquen vertidos de hidrocarburos que puedan llegar al Lunain», río clasificado Natura 2000.
Bridge Energies «no desea hacer comentarios hasta que el tribunal administrativo haya emitido su primera orden» sobre el recurso urgente, indicó su presidente, Philippe Pont. La empresa se presenta como la más pequeña de las cinco productoras de petróleo francesas, teniendo como única concesión Nonville, donde sólo una de las tres perforaciones todavía produce petróleo, por el equivalente a 75 barriles por día.
Descubierto en los años 1950, este yacimiento produjo alrededor de 5 millones de barriles entre 1959 y 1994, según Philippe Pont. En Francia, la producción de petróleo representa el 1% del consumo nacional, dos tercios del cual se producen en la cuenca de París y el resto en la cuenca de Aquitania, en Gironda.
Contactado, el Ministerio de Economía no hizo “ningún comentario”. En febrero, el Ministro de Industria y Energía, Roland Lescure, se manifestó a favor del proyecto de ocho nuevas perforaciones petrolíferas en Gironda, mientras que una ley de 2017 prevé que la explotación de hidrocarburos se prohibirá progresivamente en Francia hasta 2040. En un comunicado, Greenpeace Francia condenó “la autorización de nuevos proyectos fósiles en territorio francés por parte del gobierno, en total contradicción con los hallazgos científicos y sus propios compromisos”.