Huawei aseguró el viernes que había «capeado la tormenta» de las sanciones estadounidenses, con un volumen de negocios anual con tendencia al alza y un regreso notable al nicho de los teléfonos inteligentes, que cuestiona la eficacia de las restricciones. El grupo con sede en la metrópoli de Shenzhen (sur de China) está desde hace varios años en el centro de una intensa rivalidad tecnológica entre Pekín y Washington.
Estados Unidos, sin aportar pruebas, acusa a la empresa de poder espiar en beneficio de las autoridades chinas, algo que Huawei niega firmemente. Desde 2019, las sanciones de Washington han aislado a la empresa de las cadenas de suministro globales de tecnologías y componentes estadounidenses. Las sanciones estadounidenses han obligado a Huawei a volver a centrarse en sectores como el software, los dispositivos conectados y la TI empresarial. «Después de años de arduo trabajo, hemos logrado capear la tormenta», afirmó el actual presidente de Huawei, Ken Hu, en un mensaje de Año Nuevo.
Entre enero y diciembre, el grupo logró una facturación anual de “más de 700 mil millones de yuanes” o 88,9 mil millones de euros, dijo a los empleados de Huawei. Esto corresponde a un aumento de casi el 9% en un año. Sin embargo, el directivo no proporcionó cifras sobre el beneficio neto ni sobre las ventas de teléfonos inteligentes, que se han visto gravemente debilitadas en los últimos años debido a las sanciones.
Huawei es una empresa privada que no cotiza en bolsa. Por lo tanto, no está sujeto a las mismas obligaciones que otros grupos de publicar resultados detallados. El grupo, que se mostró satisfecho con una facturación generalmente estable en 2022, vio sin embargo su beneficio neto caer bruscamente en un año (-69%).
«El trabajo duro nos ha permitido sobrevivir (…) pero todavía tenemos serios desafíos que superar», advirtió Ken Hu, citando incertidumbres geopolíticas y económicas, pero también restricciones tecnológicas y barreras comerciales, que siguen pesando sobre Huawei. Sin embargo, “las actividades de la empresa han vuelto en gran medida a la normalidad”, aseguró.
Este verano, Huawei presentó el Mate 60 Pro, un smartphone de muy alta gama, cuyo lanzamiento pone en duda la eficacia de las sanciones estadounidenses. Como un desaire a la administración Biden, su presentación coincidió en agosto con la visita a China de Gina Raimondo, secretaria de Comercio estadounidense y responsable de la aplicación de las sanciones.
Inesperadamente, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, cuyo país también es objeto de sanciones estadounidenses, elogió el rendimiento de los teléfonos Huawei durante una conferencia de prensa en Beijing. La marca también sigue siendo el principal fabricante mundial de equipos para 5G, la quinta generación de Internet móvil. Pero Estados Unidos está tratando de convencer a sus aliados de que prohíban a Huawei de sus redes 5G, argumentando que Beijing podría usar los productos del grupo para monitorear las comunicaciones y el tráfico de datos de un país.
En junio, la Comisión Europea descubrió que los proveedores chinos de equipos de telecomunicaciones, incluido Huawei, representaban un riesgo de seguridad para la UE. El Comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, pidió a los 27 países miembros y a los operadores de telecomunicaciones que excluyan estos equipos de sus redes móviles.