Los fieles de la mezquita de Vigneux-sur-Seine, en Essonne, tuvieron una desagradable sorpresa el domingo 24 de diciembre por la mañana. El guardia encontró un jabalí muerto empalado en las púas de la puerta. Según información de Le Parisien, la cabeza y parte del cuerpo destripado del animal fueron colgados en la parte trasera del edificio.
En un comunicado publicado en su página Facebook, la asociación cultural de musulmanes de Vigneux-sur-Seine reaccionó el mismo día. Denunciando la “cobardía y la ignominia” de este “nuevo acto islamófobo”, deploró la “visión de horror” que este acto provoca en los fieles, incluidos los más jóvenes. “Estamos en periodo de vacaciones escolares. Muchas familias aprovechan la oportunidad para llevar a sus hijos a descubrir la mezquita. Tuvimos que encontrar las palabras para explicarles el motivo de semejante espectáculo”, subraya el comunicado de prensa, que adjunta fotografías a la declaración.
«La consternación ha dado paso a la ira», prosigue la asociación, que evoca la manifestación de un «clima» general marcado por la «banalización del discurso racista e islamófobo». “Somos Francia; No lo son”, concluye el comunicado sobre los autores del hecho. Sofyane Talibi, secretaria general de la asociación, dijo que los vídeos de vigilancia mostraban un vehículo y luego siluetas acercándose al complejo alrededor de las 22:30 horas del sábado.
El representante legal de la asociación presentó una denuncia contra X y se abrió una investigación.