Un paso adelante concreto: esto es lo que permitió la llegada de Clément Beaune a Mosela, este viernes 15 de diciembre. Paralelamente a la firma del protocolo relativo a la componente de movilidad del contrato del plan Estado-Región (CPER), el Ministro Delegado responsable de Transportes aprovechó la ocasión para validar el trazado de la autopista A31 bis. Un proyecto lanzado en 2015, hasta entonces todavía en discusión, que debería contribuir a descongestionar la región del Gran Este.

El trazado elegido, denominado «variante F4», prevé, en particular, la creación de un nuevo tramo de 7,9 kilómetros de longitud, incluido un túnel de 2,2 kilómetros bajo la ciudad de Florange. Si bien esta variante presenta un coste elevado estimado entre 510 y 630 millones de euros debido a la construcción de un túnel, tiene la ventaja de «permitir un servicio óptimo a los valles de Orne y Fensch», felicitan a los responsables del proyecto.

Y los objetivos del proyecto son triples según la prefectura del Mosela: “reducir la congestión de las carreteras y mejorar las condiciones del tráfico en la A3”, pero también “en la A31” y “apoyar el desarrollo económico y el comercio”.

Para Clément Beaune, se trata sobre todo de construir “infraestructuras viarias de mejor calidad (…) que limiten los impactos sobre el medio ambiente”. Una forma de fomentar también, según él, el uso compartido del coche, el transporte público pero también la circulación de autobuses de alto nivel de servicio.