Francisco sorprendió durante su elección, cuando apareció en el balcón de la basílica de San Pedro sin los tradicionales ornamentos de los jefes de la Iglesia. Después de haber hecho de la sencillez y la pobreza uno de los ejes de su pontificado, hoy revela la elección insólita, pero sin duda menos sorprendente, de no ser enterrado en la basílica de San Pedro de Roma, lugar tradicional de sepultura de los papas.
“El lugar está listo. Quiero ser enterrado en Santa María la Mayor”, explicó el Papa en una entrevista con la televisión mexicana N el 13 de diciembre, según recoge el diario La Croix, poniendo así su mirada en Santa María la Mayor, otra de las cuatro basílicas mayores de Roma. “Es mi gran devoción”, continúa. Mi gran devoción. Y antes, cuando venía aquí (a Roma), siempre iba el domingo por la mañana”, declaró también el jefe de la Iglesia.
Como explica el diario católico, el Papa tiene la costumbre de visitar la basílica antes y después de cada viaje para meditar ante el famoso icono de la Virgen con el Niño, la Salus populi romani, venerado como protector del pueblo romano. También vino a orar delante del icono y a depositar flores, el mismo día después de su elección.
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Ningún Papa ha sido enterrado en Sainte-Marie Majeure desde 1669 y la muerte de Clemente IX. La constitución apostólica de Juan Pablo II, señala también La Croix, permite sin embargo que los papas sean enterrados en otro lugar que no sea la necrópolis papal de la basílica de San Pedro, donde descansan 149 papas (de 265), entre ellos el apóstol san Pedro y varios primeros papas de la Iglesia. Desde la construcción de la Basílica de San Pedro, la gran mayoría de los Papas han tenido su tumba en su necrópolis, como Benedicto XVI, enterrado en las grutas vaticanas bajo la basílica el 5 de enero. Las últimas excepciones son los Papas León XIII, enterrado en Saint-Jean-de-Latran y Pío IX en Saint Laurent-hors-les-Murs.
Según él, Francisco también ha aligerado el rito fúnebre previsto para los Papas. “Yo estaba con el ceremonial que preparaba el rito del funeral del Papa. Lo simplificamos mucho”, simplificó.
El Papa, de 86 años, ha sufrido problemas de salud en los últimos años. Recientemente canceló un viaje a la COP28 debido al riesgo de embolia pulmonar relacionada con una infección pulmonar. “La vejez no se maquilla, es lo que es y se presenta como es”, respondió el Papa cuando se le preguntó sobre su edad. Debemos “saber acoger los dones de la vejez. Tenemos que aceptar que podemos hacer mucho bien desde una perspectiva diferente”.