(México) Las autoridades mexicanas han trasladado a albergues a más de 4.000 personas que se habían refugiado en sus casas tras varios días de violencia vinculada al crimen organizado en una localidad del estado de Chiapas, en el sur de México.
La Fiscalía de Chiapas dijo en un comunicado el sábado que había «rescatado a 4.187 personas» que se encontraban «escondidas en sus casas tras los hechos de violencia perpetrados» en la localidad de Tula.
Las autoridades inspeccionaron 17 propiedades quemadas, entre viviendas y negocios, donde se encontraron dos personas fallecidas, entre ellas un menor de edad.
El domingo, la fiscalía confirmó la detención de seis personas que portaban armas de fuego sin licencia en la región en un operativo en el que participaron miembros del ejército y de la guardia nacional.
Según la prensa mexicana, varios hombres armados irrumpieron en Tula, dispararon e incendiaron viviendas y negocios durante varios días.
Según el diario Reforma, habían llamado a todos los jóvenes de la región a “participar en actividades criminales” junto a ellos.
La violencia se ha intensificado en el estado de Chiapas debido a las rivalidades entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las dos bandas criminales más grandes de México.
Según el centro de análisis Insight Crime, el conflicto es por el control de localidades fronterizas, zona clave para el tráfico de drogas y armas, así como el paso de migrantes que cruzan México para llegar a Estados Unidos.
Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó una operación militar contra el narcotráfico, más de 450.000 personas han sido asesinadas en México, según cifras oficiales.