¿Un agente químico utilizado por los rusos para envenenar a los soldados ucranianos? En un comunicado de prensa publicado el miércoles, el Departamento de Estado estadounidense acusó a Moscú de haber utilizado cloropicrina, sustancia activa de productos fitosanitarios, en el contexto de la guerra en Ucrania. Este uso, si se demuestra, sería una violación de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ).
Porque la cloropicrina es una sustancia muy tóxica. Especialmente utilizado como gas de combate durante la Primera Guerra Mundial, provoca un efecto asfixiante cuando se inhala. Según el sitio web oficial de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., esta sustancia no combustible toma la forma de un líquido ligeramente aceitoso, de incoloro a amarillo, con un fuerte olor irritante. Más denso que el agua, tiene vapores tóxicos que irritan los ojos, la nariz y la garganta. El uso de este pesticida en conflictos está ahora prohibido por la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas.
En Francia, los guardas forestales utilizan desde hace mucho tiempo este producto para exterminar especies nocivas, como los zorros o los tejones. Hasta 1991, cuando un decreto ministerial prohibió su uso. El producto fue objeto de una breve cobertura mediática en el contexto de un caso de asesinato en 2004: el de Katia Lherbier y Géraldine Giraud, dos amantes encontradas sin rastro de haber sido golpeadas o estranguladas. La investigación finalmente concluyó que ambas mujeres fueron envenenadas con cloropicrina. El principal sospechoso, Jean-Pierre Treiber, que se suicidó en 2010, utilizaba este producto en el marco de su trabajo como guardabosques. El toxicólogo supuestamente le dijo al fiscal a cargo del caso, sobre la toxicidad del producto: “Verá, señor fiscal, descorchamos una botella muy pequeña en su despacho y en un cuarto de hora están todos muertos”.
No es la primera vez que se sospecha del uso de agentes tóxicos o químicos en la guerra de Ucrania. Los soldados ucranianos han informado repetidamente sobre los efectos causados por productos misteriosos, como un “gas cáustico e inflamable” o granadas llenas de una “sustancia química desconocida”. En un comunicado de prensa del pasado mes de diciembre, el Estado Mayor ucraniano contabilizó 81 ataques químicos por parte de Rusia.
En agosto de 2023, en Telegram, el general Oleksandr Tarnavsky, comandante del sector militar de Tavria, aseguró que, la víspera, soldados rusos habían “realizado dos bombardeos (una técnica de disparo masivo) utilizando lanzacohetes múltiples con munición que contenía una sustancia química”. . Según su mensaje, era cloropicrina. El corresponsal de France 24 aseguró que se trataba de “dos salvas de proyectiles que contenían cloropicrina” lanzadas por los rusos, información que no pudo ser verificada de forma independiente.
El gobierno ruso también ha acusado a Ucrania de utilizar esta sustancia. «Se han registrado repetidamente hechos sobre el uso de municiones lanzadas desde drones que contienen irritantes tóxicos identificados, entre otros, como cloropicrina, cloroacetofenona y sus mezclas, en las posiciones de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa en la región de Zaporizhia», declaró el gobierno. en un comunicado de prensa de febrero de 2024.